CAPITULO 10: "El camino rojo"

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Sin poder aguantar más, movió sus caderas lentamente, entrando y saliendo del calor de Jiang Cheng cada vez con más rapidez hasta que su fuerza hizo saltar a su amado sobre su pene duro con un sonido obsceno, completamente perdido en las ondas vertiginosas de su placer, gritando y gimiendo una y otra vez.

-¡Lan Huan! ¡Lan Huan!- sollozó el menor, con la boca abierta y los ojos cerrados- ¡Tan bueno! ¡No te detengas!

Lan Xichen no pensaba hacerlo, su propia pasión bullía en su interior motivando sus empujes duros y contundentes contra la próstata maltratada de su amado, mientras mantenía uno de los botones rosados en su boca chupando y jalando con fuerza, estimulando los sentidos sensibles de un Jiang Cheng sobrecargado en placer.

-¡A-Huan! ¡Me voy a correr! ¡Tócame! ¡Por favor! ¡Tócame!- gimoteo, mordió sus labios por el inminente orgasmo pero Lan Xichen parecía no mover sus manos a donde quería por lo que intento él mismo masturbarse siendo detenido de la muñeca por su esposo, quién lo miro con una sonrisa traviesa en su rostro.

-A-Cheng debe correrse solamente con su trasero- dijo, derribando a los dos sobre la cama nuevamente, dejando a Jiang Cheng a su merced al atrapar sus manos sobre su cabeza con una de las suyas, con la otra sujeto del muslo interno de una de sus piernas y la llevo a su hombro doblando y presionando a Jiang Cheng contra las mantas, golpeando con fuerza sus caderas contra las nalgas rojas del menor.

Jiang Cheng cerró los ojos sorprendido por el placer de un estocada profunda en su interior que lo hizo gemir fuerte y sin recato.

-No... es muy... profundo- jadeo, las comisuras de sus ojos estaban húmedas por la sobre estimulación y todo su cuerpo brillaba por el sudor perlando su piel sonrojada.

-A-Cheng se siente tan bien aquí, es muy bueno. A-Cheng es tan maravilloso gimiendo mi nombre. Mi esposo es el mejor y el más sexy- alago el mayor en un torrente encantador de lujuria provocado por el deseo de unirse a su amado.

-No...- Jiang Cheng lloriqueo, sonrojándose más si se podía- No sigas. ¡Mgh! ¡AHHH! ¡Muy profundo! ¡A-Huan no puedo! ¡Me siento extraño!-

Las contracciones en su vientre bajo empezaban a ser demasiado fuertes, como si Lan Xichen estuviera tocando con sus manos el calor líquido de sus entrañas avivando el fuego de su placer a uno inigualable. No podía dejar de gemir y mover sus caderas en un intento de perseguir la sensación estimulante que hacia girar su cabeza e instarlo a rogar por más fuerza. Su piel perlada por el sudor estaba roja por el rubor y las marcas de amor que salpicaban un camino hecho por labios de jade.

-Estoy entrando a tu útero cariño, por eso se siente increíble. Más húmedo y mojado, estas tomándome muy bien dentro tuyo A-Cheng- explico con esfuerzo Lan Xichen, las paredes internas de Jiang se contraían a su alrededor, la entrada del útero le daba la bienvenida succionando la punta de su pene hacia dentro rozando el sensible órgano junto a la próstata sobre estimulada dejando a su esposo jadeando y retorciéndose por el estímulo.

-A-Cheng- suspiro Lan Xichen- Te amo demasiado mi corazón. Si alguna vez alguien llegara a separarnos, moriría de tristeza-

Jiang Cheng con los ojos brumosos de su placer, miró a Lan Xichen tan cerca de su rostro que sus labios se rozaban al hablar, tembloroso, subió sus brazos, tomando entre sus manos el rostro de su compañero para estampar un beso necesitado y desordenado. Al separarse no pudo evitar suspirar.

-Te amo A-Huan- susurró, el tono de su voz pareció perderse como la brisa del aire pero Lan Xichen pudo escuchar firme y claro su respuesta gritada desde los rincones de ese valiente corazón.

Continuaron haciendo el amor en diferentes posiciones.

Ambos perdidos en el placer de sus cuerpos sudorosos y calientes, mientras Lan Xichen podía jalar del cabello de Jiang Cheng con pasión y abandono cada vez que lo embestía, provocando que su amado moviera sus caderas para encontrarse con su pelvis con más fuerza y rapidez, jadeando sin control palabras ininteligibles al alcanzar un orgasmo arrollador.

"SINDOOR": Guiados por el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora