"SINDOOR": Guiados por el corazón

CAPITULO 16: "Mi Amado"

La noche había caído en todo el lugar, la luna volvía a iluminar lo alto del cielo reflejándose en el estanque rectangular de la mansión Jiang en todo su esplendor, decorada con telas moradas con el emblema de la familia.

Los invitados iban entrando a través del gran arco de roca caliza de la mansión, bajando las escalinatas hacia el lugar donde se daría la presentación de entretenimiento de la familia Jiang, preparada por el nuevo líder del clan y sus subordinados. La fuente de agua serena estaba decorada con muchas flores de loto en pleno florecimiento, a los costados se dispusieron cojines y alfombras para los invitados con mesas llenas de comida y bebida. Las velas rojas y blancas dispuestas en candelabros de cobre con figuras intrincadas dentro del recinto le daban a la oscura noche un aura de misticismo irreal.

–¿Estás seguro que podemos regresar a este lugar? ¿Jiang Wanyin no dirá nada por nuestra presencia?– interrogo el joven vestido con saris dorados con un punto rojo en la frente, su brazo entrelazado con el de Nie Mingjue.

– Esta bien A-Yao, es justo lo que queremos. Pienso realizar una alianza con el clan Jiang–

–¿Justo esta noche? –pregunto atónito Meng Yao–No creo que sea una buena estrategia, Jiang Wanyin no apreciara que interrumpamos el momento con su familia recién reunida–

Nie Mingjue lo miró y se quedó viendo el rostro de Meng Yao por largos minutos.

–¿Ahora qué te pasa? – rezongo el menor, enarco una ceja hacia Nie Mingjue irritado. El hombre lo había estado mirando de esa misma manera toda la noche, ponía su piel erizada por alguna razón en aparente– Deja de mirarme así, me das miedo–

–¿Te doy miedo?– provocó Mingjue con una sonrisita de suficiencia– Cómo podría darte miedo, si fuiste tú el que puso una flecha en mi hombro la primera vez que nos conocimos–

Jin GuangYao se mortifico de que el hombre estuviera recordando tan vergonzoso momento de su vida. No había sido su intención, el campamento de su padre estaba a una distancia corta del clan Nie y él había salido a cazar comida para las personas cuando le disparo a un venado que resultó ser el poco sigiloso cuerpo de Nie Mingjue.

– Pues tu enorme cuerpo de mastodonte se interpuso entre mi comida– bufo hastiado sin mirar a los ojos a Nie Mingjue.

Mingjue solo se burló del insulto y sujeto la quijada del chico entre sus dedos, obligándolo a mirarlo.

–¿Te he dicho ya que te ves hermoso con la vestimenta del clan?–

–Eso no me hará olvidar que tu estrategia de paz va a fracasar colosalmente esta noche y yo estaré en un rincón riéndome– Meng Yao se mostró indiferente, sin devolver la mirada obstinada a Mingjue, aunque no pudo evitar el sonrojo de sus mejillas– Además, no sé porque tengo que usar esto, no me siento cómodo. No soy tan hermoso como otros donceles y no tengo gracia para portar esta vestimenta, cualquiera que me mire se daría cuenta que no estoy a la altura–

–Meng Yao mírame– ordenó Mingjue, pero Jin GuangYao se negó a hacerlo– Sino lo haces voy a besarte justo aquí frente a todas estas personas.

–¡No lo harí– Meng Yao fue interrumpido por una boca demandante y una lengua húmeda en su cavidad caliente, Mingjue lo beso hasta sacarle todo el aire de los pulmones, sus piernas se pusieron débiles y su cuerpo se derritió en los brazos de Nie Mingjue.

Las personas a su alrededor miraron sorprendidos y otros indignados pero nadie se atrevió a decir nada.

El sonido de su separación fue igual de escandaloso, dejando a algunos presentes rojos de la vergüenza. La mirada de Meng Yao se volvió nebulosa y su consciencia parecía haber volado al igual que su dignidad.