"SINDOOR": Guiados por el corazón

CAPITULO 5: "El Estanque Susurrante"

La casa Jiang se preparaba para la festividad por realizarse, los sirvientes andaban de un lugar para otro colocando guirnaldas hechas de flores frescas, decorando las columnas y paredes con telas rojas y doradas, y preparando el fuego sagrado dentro del santuario de la familia para la ceremonia.

-¿Alguien ha visto a Wei Wuxian?- gritó, Madam Yu exasperada.

Los sirvientes dieron respingos en sus lugares atemorizados de la ira de su señora, sin embargo todos negaron ante la pregunta. Madam Yu resoplo molesta y siguió su camino a través de la mansión en busca de la bola de problemas en rojo y negro que era Wei Ying.

Los pasillos decorados con tela roja pasaron inadvertidos para la mujer mayor, se dirigió molesta dando pasos fuertes y veloces en dirección a las habitaciones del niño que había acogido en su hogar, su pesado sari morado hondeaba ante la brisa de su caminata y la falda se pegaba dejando el paso libre a sus pies, el tintineo de sus tobilleras se hizo más fuerte resonando en el desolado pasillo.

Cuando estuvo frente a las puertas de madera tallada, los sonidos amortiguados dentro de la habitación llamaron su atención.

-¡Lan Zhan! ¡No!- su ceño se endureció ante la confusión.

Aturdida, abrió de par en par las puertas con fuerza desmedida, revelando la escena dentro de la habitación. Su respiración se cortó ante la sorpresa pero pronto fue reemplazada por la ira burbujeante dentro de ella.

-¡WEI! ¡WU! ¡XIAN! ¡¿QUÉ CREES QUE ESTAS HACIENDO?!- gritó indignada la elegante mujer.

Dentro de la pieza, Wei Wuxian se encontraba tumbado en la mesa de madera de su cuarto, todo su cuerpo estaba desnudo y sus manos atadas con una cinta blanca se alzaban sobre su cabeza, Lan Wangji se cernía sobre él, con el torso musculoso desprovisto de alguna tela y sus partes bajas descubiertas que se perdían de vista detrás del mueble.

Clara era la situación que se estaba desarrollando dentro de ese cuarto a puerta cerrada. O bueno, a puerta abierta en ese momento.

-¡Madam Yu!-chilló, Wei Wuxian, desenredándose fuera de Lan Wangji para enfrentar a la mujer.

-¡¿QUE SE SUPONE QUE HACES EL DIA QUE JIANG CHENG SE VA A CASAR?! ¿TE HAS VUELTO LOCO? ¡¡FORNICASTE FUERA DEL MATRIMONIO CON UN EXTRAÑO!! ¡¡WEI YING!! ¡¡HAS DESHONRADO A ESTA FAMILIA!!-

Los gritos de la dama alertaron a todo sirviente y ocupante de la mansión, quienes se asomaron por la puerta con miradas curiosas solo para encontrar a dos personas semidesnudas siendo regañadas. Todos se contrajeron en vergüenza y temor.

-¡SALGAN TODOS! ¡REGRESEN A SUS TAREAS! ¡AHORA! ¡ANTES DE QUE LOS AZOTE!-amenazó, la araña violeta, haciendo chillar de terror y correr apurados a todos los curiosos- Y USTEDES DOS. PONGANSE ROPA. PAR DE INDECENTES DESVERGONZADOS.

Volvió a cerrar las puertas de la habitación y esta vez calmo su espíritu, soltando el aire cuantiosamente para enfrentar a la pareja que esperaba calmadamente sentada en la cama uno al lado del otro.

-Bien, ahora dime ¡¿Por qué tú y este joven honorable Lan han llegado tan lejos para evitar el matrimonio de Jiang Cheng?!-acusó.

Wei Wuxian no se sorprendió por ser descubierto tan rápido, pero respondió firme y decidido.

-Jiang Cheng ama a Lan Xichen. Y Lan Xichen lo ama también. Jiang Cheng ha renunciado a muchas cosas durante su vida y tomado la responsabilidad por otras. Ni yo, y estoy seguro que shijie tampoco, hubiéramos deseado que Jiang Cheng se case de esta manera. Por favor, Madam Yu, no lo obligue a casarse-