"SINDOOR": Guiados por el corazón

CAPITULO 14: "Cuando el río canta y las flores florecen" (parte II)

La pareja se paralizó con la persona frente a sus ojos. Ahí parado, con un traje blanco que había sido manchado de diferentes colores, se encontraba el tío de Lan Xichen.

Lan Qiren.

Lan Huan libero suavemente a Jiang Cheng, parándolo en la fuente junto a él. No podía creer ver a la persona que observaba frente a sus ojos.

-Tío- susurro sorprendido el Lan menor.

-El mismo, Lan Xichen ¿No vas a saludar a este anciano que ha viajado miles de millas para ver a sus sobrinos?-

Lan Xichen miró a Jiang Cheng antes de sonreír feliz. Jiang Cheng le hizo un gesto con su cabeza hacia Lan Qiren y libero su mano que había entrelazado con su marido por costumbre. Lan Xichen salió de la fuente yendo directo a abrazar a su tío que resoplo del fuerte apretón en el que se vio envuelto, pero que no rechazo. Dio palmaditas en la espalda de Lan Xichen apreciativamente.

-Has crecido más desde la última vez que te vi- dijo, separando con sus brazos a Lan Xichen para verlo mejor -Me alegra saber que estás bien... y no estás solo- Lan Qiren asomo su cabeza detrás del cuerpo de su sobrino para ver al joven aún en la fuente ataviado con una pesada vestimenta y joyas que deslumbrarían a cualquier. Lan Xichen le dio una sonrisa orgullosa pero aliviada. No había podido ver a su tío desde que se casó.

No porque no quería, sino que las cosas se habían movido muy rápido entre Jiang Cheng y él, luego de la sucesión de poder, nacieron sus hijos y fue imposible moverse con lo delicados que eran.

-Lan Huan- llamo Jiang Cheng captando la atención de Lan Xichen en el acto, quién se acercó de nuevo para dar su mano como soporte para ayudar a Jiang Cheng a salir de la fuente.

Las tobilleras en sus pies tintinearon junto al arrullo del agua.

Lan Xichen volvió a quedarse hipnotizado por la belleza de su esposo, era un deleite siempre verlo. Cada pequeña acción hacía revolotear su corazón. Verlo caminar, blandir una espada, dar órdenes, o como ahora, levantar su falda con elegancia practicada para sacar uno de sus pies mojados fuera de la estructura de piedra.

-Lan Xichen concéntrate- reprendió avergonzado Jiang Cheng, sus mejillas sonrojadas, cuando noto como Lan Xichen se había perdido en las nubes mirándolo fijamente. Podría estar avergonzado por hacer un espectáculo frente a su suegro pero la atención de Lan Xichen siempre lo hacía blando con el hombre. Sin embargo, se dispuso a presentarse.

-Es un gusto al fin conocerlo, honorable Lan Qiren. Mi nombre es Jiang Wanyin, líder del clan YunmengJiang y jefe de Lotus Pier- con sumo cuidado se agacho para tocar los pies de su mayor pero Lan Qiren no dejo que lo hiciera, tomando de su codo con delicadeza para alzarlo.

-No es necesario joven-

-Lo siento, es una tradición en nuestra aldea, así guardamos respeto a nuestros mayores- explico Jiang Cheng sintiéndose rechazado. Lan Qiren lo miro atento y tarareo en entendimiento.

-Está bien, lamento mi falta de modales. Fui yo el que no pensó en sus costumbres. Por favor discúlpame- explico esta vez Lan Qiren, dando una reverencia avergonzado por faltar el respeto a su nuevo yerno.

-Está bien, no se preocupe. Entonces... puedo...- Jiang Cheng volvió a hacer el ademán de agacharse y esta vez Lan Qiren confirmo con un movimiento de cabeza que estaba de acuerdo.

Jiang Cheng no dejo ver su sonrisa satisfecha y solo toco los pies de su suegro aliviado por ser aceptado por este. Lan Qiren sonrió satisfecho al ver lo educado que era el joven y puso una mano en la cabeza de Wanyin como señal de reconocimiento. Cuando Jiang Cheng volvió a pararse adecuadamente, esta vez Lan Qiren lo envolvió en un abrazo y susurro.