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Abrió la puerta con cautela, había alguien más ahí aparte de Yelena, la puerta estaba entre abierta, se escuchaban quejidos, no fue hasta que escucho un estruendo que hizo que el piso temblará que corrió hasta la cocina, observando a la causa de aquel estruendo observo a Yelena y Natasha en el piso ambas tenían entre el cuello una cortina blanca, se estaban ahorcando entre ellas. Lorna puso los ojos en blanco, observo el piso lleno de vidrios y todo el departamento estaba hecho un desastre.
Lorna ignoro completamente lo que estaba pasando ahí, dejando las bolsas a un lado de la estufa, se giró para verlas nuevamente.
Se miraron entre ellas y después miraron a Lorna, quien tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido, ya estaban de pie sacudiéndose la ropa, ambas agitadas.
—Hola Nat—saludo Lorna con una sonrisa y Romanoff correspondió asintiendo con la cabeza.
Las tres habían sido criadas por la habitación roja, era claro que no habría abrazos y si lo hubieran, Lorna era un poco más sentimental que aquellas dos "hermanas" por lo que seria la primera en dar abrazos.
—Ni te molestes, va a querer darte un golpe— señaló Yelena refiriéndose a lo que acababa de ocurrir.
Lorna miro la escena, Yelena y Natasha estaba completamente serias incluso se podría decir que Yelena estaba molesta.
—Tenian que venir a Budapest— hablo Natasha caminando detrás de Yelena, quien se dirigió al refrigerador.
—Venimos aquí porque creímos que tú no vendrías— Lorna puso los ojos en blanco ante eso, sabía que Yelena quería y necesitaba ver a Natasha— Pero ya que estás aquí, ¿Qué bala hace eso?— señaló Yelena la pared, Natasha miro.
—No son balas, son flechas.
—Lo sabía— hablo Lorna mirando con superioridad a Yelena quien le dió una pequeña sonrisa.
—¿Si no creyeron que vendría por qué enviaron esto?— saco de su bolso el suero y una foto donde se mostraban a Yelena, Natasha y Polaris, felices, las miro.
—Lo...
—Creemos que puedes ayudarnos— interrumpió Lorna, Yelena gruño y camino fuera de el comedor, Lorna la siguió.
—No vine aquí a que seamos amigas pero tienen que decirme que es— la seriedad en el rostro de Natasha hacia que Yelena quisiera golpearla.
—Es un gas sintético que contra resta la subllugacion química, protege que las vías neuronales del cerebro de la circulación externa— explico Yelena.
—La próxima vez traducelo— sugirió Natasha y Lorna puso los ojos en blanco.
—Это противоядие от контроля над разумом *— hablo Yelena en ruso, Lorna la miro molesta y Natasha la miro de la misma forma.
