─ ¿De qué querías hablar conmigo? ─ fué lo primero que dije al pasar al despacho de Taehyung. Mis brazos estaban cruzados sobre mi pecho esperando respuesta.
─ Quería hablar de lo que pasó hoy a la mañana en el entrenamiento─ lo que me faltaba.
─ No tengo nada que hablar con el príncipe─ escupí las palabras dispuesto a irme. Sin embargo una gran y venosa mano cerró la puerta delante mío. Una respiración pesada se sintió volando los pelos de mi nuca.
─ Dije que vamos a hablar, no trates de huír de mí─ tomando mi hombro de un solo movimiento dió vuelta todo mi cuerpo, haciendo que quedemos cara a cara. Mis ojos se cerraron con fuerza.
─ Y yo dije que no tengo nada que hablar con usted su majestad─ dije eso aún con los ojos cerrados. Cómo él dijo, lo estaba tratando con respeto─ ¿Qué pretende?─ abrí mis ojos y levanté mi mirada. Topandome con esos hermosos ojos marrones decorados con esas hermosas y largas pestañas.
─ ¿Qué pretendes tú Jungkook?─ sus cejas se arrugaron con curiosidad y su voz resaltó el "Tú".
─ No pretendo nada importante la verdad, sólo vivir en paz y sin un principito que se cree mucho, con eso me basta y me sobra─ sabía las concecuencias de lo que decía, pero también sabía que él me daría cuerda hasta ponerme un límite, y que yo iba a respetar ese límite.
─ Te lo repito por milésima vez Jungkook─ en un movimiento rápido tomó mi cuello, casi embolviendolo por completo con su mano. Sentí la presión en el lugar y un escalofrío recorrió mi espalda ─ Me debes respeto, quise hablar bien contigo pero se ve que no se puede ─ soltó mi cuello dejandome respirar bien.
Largó una risa que no tenía nada de gracia, luego soltó un suspiro de espaldas a mí y se sentó en su silla. Mirandome de arriba a abajo.
─ Te daré el respeto que me pides cuando note el respeto hacia mí, como persona─ me acerqué al escritorio de madera gruesa apoyando mis dos manos ahí, recargandome y acercadome a él─ Por cierto, dile al niño nuevo que no robe la comida, es de mala educación, no está bien─ le dí una sonrisa sin dientes totalmente falsa.
─ ¿Lo dice alguien que también lo ha hecho, incluso más que él?─ su pregunta me hizo largar un resoplo y enderezarme nuevamente. Quiere la guerra─ Que falta de moral de tu parte─ realmente no sabía que era moral. Me sonaba a una planta de moras pero no creo que sea eso.
─ Si robé lo hice por necesidad y sabiendo que estaba mal─ respondí firme y ya sin ganas de pelear─ ¿Sabes cuál es tu problema? que no diferencias entre lo bueno y lo malo, yo sí─ su cara se llenaba de rabia y eso me encantaba. Ahora que lo pienso, Taehyung se ve bastante atractivo enojado.
─ ¿Quién te crees que eres tú, plebeyo de mala muerte para decirme lo que sé diferenciar y lo que no?─ sus cejas se levantaron y su cuerpo igual de su asiento. Puso sus manos en el escritorio, recargando su peso.
─ Pues...─ imité su acción quedando a pocos centimetros de su cara. Miré sus labios, carnozos, rojos, recien lamidos y brillosos. Luego miré sus ojos, esos ojos tan feroces ─ Un simple plebeyo de mala muerte llamado Jungkook...─ me atreví a correr un mechón de pelo que tapaba su vista, su pelo era suave, pero no tanto, miré nuevamente sus ojos y ví que estos miraban mis labios. Los relamí y dí una pequeña sonrisa antes de terminar─ Que te está volviendo loco ¿No es así?─ toqué su mentón y me enderecé dandome la vuelta para irme.
Tomé la manija de la puerta y frené al abrirla, realmenre este tipo era muy obvio.
─ No es de buena educación que un principe como tú le mire el culo a un plebeyo ¿Sabías?─ Reí y cerré la puerta escuchando un grito después y algo estrellarse contra la pared.
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𝘏𝘶𝘯𝘭𝘺𝘦𝘰𝘯/ taekook
FanfictionLos soldados del Rey de Mudang encuentran a un pobre chico robando un pedazo de pan en el palacio. Nadie imaginaría que el mismísimo rey le vería buen porte, lo acogería y le pediría a su propio hijo Kim Taehyung líder de los soldados que lo entrena...