CAPÍTULO TRECE

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"Jungkook" el soldado de cabellera negra llamó trás la puerta de la habitación del plebeyo, sin conseguir respuesta alguna por parte del menor "¿Jungkook?" Preguntó desconfiado abriendo la puerta, su mirada yendo directo a la cama que había en el centro de las cuatro paredes "¿Jungkook donde estás?" Preguntó levantando las sabanas, sin ver nada allí. Dió zancadas al pequeño baño pero tampoco estaba ahí.

Se agachó y miró debajo de la cama, simplemente no estaba, no había nadie ahí. Sin dudarlo el soldado salió de la habitación, su paso acelerado hacia la cocina, la mirada de Mina lo recibió allí.

"¿Qué sucede?" La joven preguntó asustada por aquella presencia tan repentina.

"¿Dónde está?" Yugyeom preguntó, mirando por cada rincón de aquella amplia cocina. Mina lo miraba sin entender lo que hacía.

"¿Dónde está quién?" Preguntó ya un poco alterada, el soldado se mostraba exsaltado al rebuscar frente a ella, la ponía nerviosa de cierta manera.

"Jungkook" Yugyeom paró sus acciones, mirando los ojos de la chica frente a el, mostrando incluso más asombro "¿Dónde está Jungkook?" Preguntó firme.

"Yo no lo sé, no vino a desayunar hoy" el soldado frunció el ceño ante sus palabras, era extraño aquello "Pensé que el príncipe lo había llamado más temprano esta vez" continuó, un tanto confundida por aquella reacción.

"No está con el príncipe, no lo hemos visto y se le hace tarde para el entrenamiento" informó parandose recto mientras negaba con la cabeza "Avisame si lo ves, debe entrenar cuanto antes, se meterá en serios problemas si no es así" Mina asintió freneticamente ante lo dicho, comprendiendo un poco más.

Yugyeom salió de la cocina sin más, mientras caminaba pensaba donde podría estar metido aquel plebeyo rebelde que le sacaba risas.

Buscó por el palacio, preguntó a cada sirvienta que se cruzaba en su camino y nada. Simplemente había desaparecido para todos, nadie lo vió, nadie lo escuchó, nadie nada. Salió al patio y buscó con la mirada aquellas ropas blancas que eran características de él, su pelo negro en algún lugar de allí, pero nada se veía.

"Señora buen día, disculpe mis molestias" Yugyeom hizo una reverencia ante la única anciana que trabajaba en una huerta, bastante linda a decir verdad. La mayor levantó la vista.

"Buen día" la mujer regaló una leve sonrisa, tomando atención al jovencito que estaba parado frente a ella, se veía preocupado ante sus ojos.

"De casualidad no ha visto a un jóven de pelo negro, usa ropa blanca" la anciana rió, largó una leve risita por la descripción aquella.

"Jungkook" la anciana dijo afirmandole de quien hablaba, el soldado asintió esperando respuesta. Recibió una seña con la cabeza de parte de la señora, apuntaba hacia las caballerizas "Ve" pronunció.

Yugyeom dió una leve reverencia y fué hacia aquel lugar, en silencio ingresó y se quedó mirando aquella imagen. Las caballerizas estaban limpias, impecables, los caballos bañados, su fuente de comida llena al igual que sus bebederos.

Ni siquiera habían telas de araña en aquel lugar, habían barrido y sacado todo. Miró más allá, sus ojos se abrieron de par en par al ver aquella imagen.

Aquella hermosa imagen.

Jungkook estaba durmiendo sobre el cuerpo de Vante, ambos en el piso, su cuerpo descansaba sobre la anatomía de aquel animal. Se acercó más a aquella escena, queriendo ver más.

Vante acariciaba el cabello de Jungkook con su cabeza, aquel animal que ante ellos era salvaje estaba acariciando a aquel plebeyo con todo el amor del mundo. El rostro de Jungkook estaba relajado, lágrimas secas en sus mejillas y sus ojos rojos e inchados.

𝘏𝘶𝘯𝘭𝘺𝘦𝘰𝘯/ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora