𝘏𝘶𝘯𝘭𝘺𝘦𝘰𝘯/ taekook

CAPÍTULO QUINCE

El traqueteo dentro del palacio era notorio, los gritos y la gente corriendo de aquí para allá terminando de acomodar las cosas. A media hora del inicio de la celebración todos se encontraban alterados ahí dentro, los soldados ya en sus puestos, parados rectos y con su reluciente espada colgando de su cinturón.

Las empleadas iban de aquí para allá dentro de la cocina, terminando de llevar los platillos a la mesa correspondiente, la cantidad de comida que había ese día era impresionante. Desde carnes hasta frutas y postres de todo tipo, todo apto para las cien personas que llegarían dentro de media hora, siendo el reyno de Mudang deberían dejar una buena impresión a los reynos asociados y conocidos. Una buena imagen ante todos.

El rey ya estaba vestido dentro de su trono, esperando a la visita con brazos abiertos, listo para recibirlos. Seokjin estaba en su cuarto terminando de ducharse para salir a hacer lo mismo que su padre, los trajes de ambos combinaban a la perfección con el blanco y el negro que estos llevaban, pequeñas decoraciones en Oro los hacían ver incluso más elegantes.

Taehyung por su parte se encontraba en su cuarto, en la soledad de las cuatro paredes. Hace un rato había salido de la ducha, aún con la toalla atada en su cadera se encontraba rebuscando entre las cosas de su cuarto, moviendo las prendas al igual que sus joyas y demás, esperando dar con lo que hace semanas buscaba con desespero.

"Maldita medalla" habló entre dientes sacando los cajones para buscar más a fondo, no estaba. Apoyó sus palmas contra la repisa donde se encontraban sus pertenencias, inclinandose contra esta, tratando así de hacer memoria y saber donde podría estar "Siempre está aquí, tiene que estar aquí" se autoconvenció de aquello, pues la medalla no podría haber salido caminando de su cuarto.

Levantó la vista al oír los tres golpes en su puerta, corrió el cabello que caía hacia su pecho tirandolo hacia atrás antes de retomar una posición recta, suspirando con frustración.

"Adelante" indicó que pasaran, no le sororendió en lo absoluto ver a Yugyeom asomar su cuerpo dando una reverencia ante él al cruzar mirada.

"Señor, faltan veinte minutos para que la celebración comience, su padre me mando a que le avisara" dió el comunicado, Taehyung asintió escuchando sus palabras mientras se acercaba a su propio ropero.

"Puedes retirarte Yugyeom, dile que en un momento iré" el soldado asintió obedeciendo al instante, cerrando la puerta delicadamente para volver a tomar su lugar al lado del rey.

Taehyung sacó su toalla y buscó su ropa interior, un pedazo de tela fina color blanco en forma de pantalón corto, siguió por ponerse su traje a juego con los de su hermano y padre colocandolo sin nada abajo por ordenes de su progenitor, en esta ceremonia harían lo posible por conseguirle un compromiso, algo con lo que el menor no estaba para nada de acuerdo, odiaba la sola idea de aquello.

Pero no tenía opción.

Colocó un pantalón blanco de tela gruesa el cual iba a ser tapado con la ropa del torso, pues la caida tapaba casi hasta los tobillos. Ató la parte inferior asegurandose de que no se desatara en algún movimiento, se agachó a poner sus sandalias de cuero claro, como última acción peinó su cabello hacia atrás, buscando que se quede en esa posición. Buscó su perfume hecho de menta y lima, rociandose con el por su cuello y traje, aquel aroma siendo su preferido.

Siendo un día de celebridad no hacía falta que él llevara una espada, sin embargo no se privó de llevar una daga por dentro de su atuendo.

Salió de su cuarto sin más, comenzando su camino hacia donde se haría la fiesta, vió las largas mesas llenas de comida y bebida, los utensillos reluciendo a la vista. Las empleadas arreglando las últimas cosas, a sólo diez minutos de abrir los portones el escándalo de antes ya había sesado, lo único que hacía falta era que se hicieran las ocho.