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Lunes 1:00. A.M.
Una puerta de acero fue estrellada contra la pared de manera violenta, haciendo que en aquella construcción se viera un gran hoyo donde fácilmente podría pasar una persona. Aquellos tres individuos caminaban por aquel extenso pasillo con paredes de color tinto, las cuales estaban adornadas con varios cuadros de aspecto tétrico; había de personas desangrándose, lobos con carencia de extremidades, los más normales eran de individuos vestidos prácticamente iguales, vestían trajes como si pertenecieran a la era victoriana, sin expresiones en el rostro, con semblantes temibles y atemorizantes, con la misma pose; rectos en su lugar, con la mano izquierda dentro del saco, y la derecha dentro del bolsillo del pantalón. Aquellos cuadros no alteraban a aquellos intimidantes hombres, más bien les valía que estuvieran allí, estaban muy golpeados como para siquiera fijarse en ellos.
Luego de minutos caminando por aquel extenso pasillo, llegaron a una gran puerta de color negro con detalles tallados a mano. Después de la discusión de aquel grupo para ver quien tocaría, al final el más alto y fornido, les término haciendo una seña para que se callaran; Él se acercó a la puerta, y colocó su oreja en aquella madera, tratando de escuchar alguna voz de adentro del lugar.
—¿Van a entrar o hablarán con la puerta por otra hora más?. -Preguntó la escalofriante voz desde adentró de aquella habitación. Los tres hombres se helaron al instante y tragaron en seco al mismo tiempo. Se escuchó un suspiro. —Abreles la puerta Eliza.
Luego de unos escasos minutos, se abrió la puerta, dejando ver a una chica, que aparentaba tener la misma edad de aquellos chicos, al verlos, no pudo evitar hacer una mueca, se veían horribles, y muy maltratados, se notaba que les dolía mucho, lo cual fue motivo para comenzar a reírse de forma estridente, abandonando cualquier rastro de seriedad en su rostro. La chica, mientras aún reía, se apartó de la puerta, dejándoles espacio para que entrarán.
Los tres chicos entraron y apreciaron como la mujer cerraba la puerta e iba con ellos hacia el quarterback de los Vampiros el cual estaba sentado en la cama, aquella rubia se sentó nuevamente al lado del jugador y siguió con la curación que estaba haciendo antes de la interrupción.
—¿Y? Hablen, no soy adivino.
—Escaparon. -Confesó el más bajito de los tres, alejándose un poco del capitán debido al miedo.
—¡¿Como que escaparon?!. ¡¿En serio con tan inútiles como para dejar que dos perros y dos estúpidas humanas se escapen como si nada?!.
—Mark, no fue nuestra culpa, hicieron un plan por medio de la conexión, ya tú sabes. -Habló el único jugador de aquel trío, alzándose de hombros.
—Nos tiraron una escalera encima, a ti no te hicieron eso. -Atacó el más alto de todos, apoyándose en una pared, haciendo una leve mueca de dolor. —Nosotros también merecemos que nos curen.
—Yo peleé contra el alfa, trío de zopencos. -Rueda los ojos ante la insolencia de sus subordinados, había veces que solo les quería romper el cuello para que dejarán de fastidiarlo, eran tan molestos. —Ustedes solo persiguieron al Delta y a la Beta. Patético.
—Pues fíjate, amigo mío. -Bruce se acercó con total pachorra a la cama y se acostó en aquel gran colchón, colocando sus brazos detrás de la cabeza. —Anne le arrancó la cabeza a Clint como si fuera una simple hoja de cuaderno de matemáticas. Si no fuera loba, sería mi tua cantante. -El jugador suspiro pesadamente y cerró sus ojos.
El capitán no soportó eso y le dió un fuerte golpe en el estómago, sacándole momentáneamente el aire al corredor, justo ahí le había golpeado la escalera de metal.
—¡Idiota! ¡Mi cama! La ensuciaste con la tierra que tienes encima, imbécil.
El corredor suspiro, y rodó los ojos, a veces su amigo era insoportable.
.....
Miércoles 4:30. P.M.—Familia linda, buenas buenas... -Sonrió la corredora al entrar con tranquilidad a su hogar, cerrando la puerta detrás de ella, fue hasta la Sala y observo a sus cuatro hermanos, sentados en el sillón, clavando sus miradas en ella. —Holis.
—¿Donde estabas, jovencita?. -Encaró Ryan a su hermanita, levantándose del sillón, seguido de los otros tres.
—Pues, "papá"... Estaba con una amiga.
—¿Que amiga?.
La corredora se quedó en blanco en ese momento ¿Que debería hacer? ¿Los engaña? ¿Les debería decir la verdad? No, la crecerían loca. Y con ese pensamiento, dijo el primer nombre que se le vino a la mente.
—Fifi.
—Alana dijo que era Evangeline. -Confesó el segundo mayor de los Rollins, apoyando su codo en la cabeza de Nathan.
—Fifi Evangeline, ¿no sabes de segundos nombres Royce Alberto?. -Contestó rápidamente, llamando a su hermano por el nombre completo, a sabiendas que él lo detestaba.
—¿Y porque te fuiste tantos días?, ayer te tocaba cocinar, lo tuvimos que hacer nosotros. -Nate apartó él brazo de su hermano de su cabeza para después señalarse a él, y a su gemelo.
—Pff... Y yo creyendo que se habían preocupado por mí. -La chica suspiró, y se hizo la indignada, dejando su bolso en el sillón. —Y solo me fui por unos dos días, nada más a visitar.
—A la próxima avisa, Beca. -Pidió Royce observando a su hermana, volviendo a sentarse tranquilamente en el sofá.
—Bueno. -La castaña simplemente se alzó de hombros y se sentó en un sillón, pensando en lo próximo que diría. —Cambiando de tema, no vayan a dejar entrar a desconocidos, o a estudiantes de otras escuelas...
—Los desconocidos es obvio, pero, ¿porque a los de otras escuelas?. -Preguntó Nicholas, comiendo tranquilamente una paleta de limón.
—Pues, pues. -Apretó sus labios, tratando de crear alguna excusa convincente en su mente, la cual no fue necesaria ya que el mayor de los hermanos se le adelantó.
—¿Eres tonto o te haces, Nick?. Nadie de equipos contrarios, querría a sus rivales dentro de su casa.
—Sip, eso mismo. -Asiente de acuerdo con su hermano, y agarra sus cosas, yendo rápidamente a su habitación.
Según le había comentado Connor, Mark y sus compañeros eran de "la escuela antigua" por lo que para entrar a una casa tenían que ser invitados.
Y ¡Obviamente nunca! Los invitaría a entrar, pero sus hermanos solían ser impredeciblemente idiotas, así que se podría esperar que le abrieran la puerta a cualquiera.
Joder. ¿Que habrá hecho en su vida pasada para estar en esta situación?.
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Ganar tu corazón [PAUSADA]
Lobisomem-¿Desde cuando perdiste tanto peso, Rollins?. -Pregunta con burla el castaño al mirar fijamente a la de ojos verdes. -Callate, Blackmoon. ¿Se puede saber que clase de apellido es ese?. -Contraataca el quarterback de las Panteras. Frunciendo su ceño...