Maratón por las 1.04 k de vistas. Estoy muy feliz porque nunca creí que alguien leería esto. Se los agradezco mucho, muchísimo de kokoro 💜. Bueno, les dejo los capítulos, paz y amor ✌️💕.
No se olviden de dar estrellita y comentar 🤗💜.
—¿Que mierda le hiciste a la pobre chica para que tratara así?. -Pregunta el alfa al por fin salir de su burbuja, viendo a su delta acusatoriamenete, alzando una ceja.
—No le hice nada, Alana es una exagerada, hasta su amiga lo dijo. -Indignado, el chico frunce el ceño y se cruza de brazos, tratando de evitar la vista de su amigo.
—Connor...
—Tal vez me vio besándome con Jane en un partido contra las Panteras... -Se alza de hombros, bajando su mirada.
—Por eso debes mantenerte puro y virgen hasta conseguir a tu mate y si no lo logras, intenta detener tus aventuras al conseguirla. -Aconseja el capitán, dándole algunas palmadas en el hombro a su amigo.
¡Por favor!. Si quería conquistar a una chica tan explosiva como Alana, ¡Hubiese dejado de besuquearse con una Omega!.
El capitán vuelve a mirar su chaqueta sintiendo como su corazón empieza a latir con velocidad, vuelve a aspirar su olor profundamente, sintiendo el exquisito aroma de chocolate y avellanas de su amada mate.
—Huele a ella... Esta será mi nueva reliquia.
—Entonces guardala, porque o si no olera a ti, y tú hueles terriblemente mal, hermanito. -Sonrie con sorna la hermana del quarterback, la cual se encontraba anteriormente observando todo desde las gradas. La chica rodea los hombros de su hermano menor con su brazo y mira aquella prenda.
—Ya se que debo guardarla. Por la diosa Luna, a veces me atosigas mucho, mujer. -Reclama, queriendo zafarse del agarre de su mayor.
—No seas menso. Dejate querer por tu hermana que te ama tanto. -Insiste Dánae, aferrándose al cuello de su hermanito, apegándose a él. —Tú dices que nunca te abrazo, ahora aguantate.
........
—Es bueno que hayas aceptado.
—Pues... Después de que fueras a mi casa a pedirme una salida y toparte con mis hermanos, es de valientes. No tenía que ser en vano. -La corredora sonríe, colocando un mechón de cabello detrás de su oreja.
Había sido algo divertido aquel encuentro. Ese recuerdo siempre quedaría grabado en la mente de la chica.
Flashback
El quarterback de los Lobos iba caminando a paso confiado con una hermosa rosa blanca hacia el hogar de los Rollins.
Iba a invitar a Rebeca Rollins a una cita. ¡Si señor!. Y le dirá que sí... O eso espera.
¡Ya!. No se iba a atormentar suponiendo que le dirá que no. Que pase lo que tenga que pasar.
Al llegar a la casa de los Rollins, sonrió ligeramente al sentir el fuerte aroma que desprendía los adentros de la casa de dos pisos a través de las ventanas abiertas, olía tanto a su mate, también olía terriblemente a los idiotas de las Panteras... ¿¡A todo el equipo!?. ¡Esto es el colmo!.
Bien, bien, bien... Ya se relaja.
Suspiró y sacudió su cuerpo queriendo relajarse y no parecer tan desesperado.
Cuando ya se sintió en calma. Apretó el timbre, y espero hasta que abrieran la puerta.
Mm... Nada. Volvió a timbrar.
Otra vez nada.
¿Será que no están?. No. Puede sentir seis presencias activas...
—Los dos idiotas, Rebeca, y los otros dos. -El chico enumeró con sus dedos a los integrantes de la familia de la chica. Por lo que sabía, el padre, su... "Suegro", no llegaba hasta muy noche, así que no sería él.
Se puede escuchar al cabo de unos minutos algunos; "¡Voy!, ¡Quitense, caras de rata!." O, "¡Apartate, Royce!, ¡Jodete Ryan!." , También algunas amenazas como, "Si abres esa puerta, le diré a papá lo que hiciste el sábado, Rebeca." Algunos golpes y cosas estrellarse contra el suelo.
¿Que pasa en esa casa, Dios?. ¡¿Será que se están matando?!. Tal vez debería llamar a una ambulancia.
Al fin la puerta se abre y se deja ver a dos clones casi idénticos mirando al chico con una ceja alzada, viendo al capitán con recelo.
Detrás de ellos, se puede apreciar a "La gran montaña Rollins", al final de las escaleras. Los dos hombres abajo y la chica siendo la punta del acantilado.
Junto a ellos había un cachorro lamiendo la nariz del mayor de todos.
Ohh... Entonces esa era la otra presencia... ¡No eran nada aún y ya andaba con escenas de celos!. Que idiota.
—¿Quien quieres?.
—¡Es "¿Quien eres?", Nathan!. ¡Por eso no nos dejan abrir la puerta!. -Exclamo Nicholas viendo a su hermano algo enojado. —¡Y deja de abrir en esas fachas de rapero de cuarta!.
—¡Respeta el flow, Nick!. -Reprocha el de ojos más oscuros. Entrando enojado nuevamente a su hogar, seguido de su gemelo.
La chica, luego de que sus hermanitos se fueran, fue hacia la puerta, sorprendiéndose al ver al quarterback.
—Ho-... -Rebeca no pudo ni articular una palabra pues, su dos hermanos mayores se pusieron frente a ella, viendo con desconfianza al chico frente a ellos.
—¿Que mierda haces en nuestra casa, Blackmoon?. -Hablo el de tez blanca, frunciendo su ceño.
—Vine a hablar con su hermana, no con ustedes.
—Lo que tengas que hablar con ella, lo tienes que hablar primero con nosotros.
—Parece que está casa no tiene privacidad.
La tensión estaba que desbordaba, los tres jugadores tenían una batallas de miradas entre ellos. Parecían estatuas; Ningúno parpadeaba, ni decían nada, ni se movían.
La corredora rueda los ojos y se acerca a ellos. Les sopla cerca de los ojos pero nada, les aplaude frente a sus rostros y nada. Alza una ceja y al querer apoyar su peso en una pierna, pisó por accidente un juguete de su cachorra y terminó cayéndose al instante.
Los tres chicos voltean a verla con reacciones bastantes diferentes; Sus hermanos empezaron a reír a todo pulmón señalando a la chica que tendría el ceño fruncido.
En cambio, el capitán de los Lobos, la miró preocupado, y le extendió la mano para ayudarla, la cual aceptó, y se levantó con una leve sonrisa. El chico hizo algunas preguntas como; "¿Estas bien?. ¿No te duele nada?", Preguntas, las cuales todas fueron contestadas con un asentimiento de cabeza y una sonrisa tímida por parte de la chica.
La corredora empujó a sus hermanos dentro de su casa, ellos se fueron, no sin antes hacerle una advertencia, no verbal al quarterback.
—Para ti. -El chico le entrega la rosa a la chica, y vuelve a adoptar su resplandeciente sonrisa al ver como sus "cuñados" se iban.
—Wow... Esta preciosa. Gracias. -Sonrie mientras miraba al chico. Definitivamente no era como lo describían sus hermanos y amigos.
Sólo tenían que conocerlo mejor.
—No es tan preciosa como tú.
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Ganar tu corazón [PAUSADA]
Kurt Adam-¿Desde cuando perdiste tanto peso, Rollins?. -Pregunta con burla el castaño al mirar fijamente a la de ojos verdes. -Callate, Blackmoon. ¿Se puede saber que clase de apellido es ese?. -Contraataca el quarterback de las Panteras. Frunciendo su ceño...