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16 de diciembre de 2005
12:30 A.M.

Su madre había llegado.

Nada más entró a la casa y vio al padre de Nisha en el suelo con heridas se asustó y gritó.

-¡AHHH! -Estaba en el umbral de la puerta.

La fémina fue corriendo a donde su madre.

-¡Mamá! -Lloraba, mientras abrazaba a su madre.
-Nisha, cariño ¿que pasó? -Acariciaba el cabello de su hija.
-Mamá, tuve mucho miedo. -Seguía abrazada a su madre, mientras todos los chicos presentes en aquella casa se acercaban.
-Tía, Nisha a pasado por mucho hoy, aunque creo que es mejor que yo le cuente. -Nahoya.
-Gracias Hoya. -La chica se había separado de su madre, y había dejado de llorar.
-No tienes que agradecer Nini. -Sonrió a su prima.
-Creo que me bañare e iré a dormir, la verdad es que estoy bastante cansada. -Avisó, mientras iba a su cuarto.

Una vez llegó a este agarró su ropa interior, su pijama y una sudadera, seguido de esto se adentró al baño, cerró la puerta después de sí y comenzó a quitarse la ropa.

Una vez la había puesto en el cesto de ropa sucia abrió la llave del agua caliente y entró a la ducha, quería relajarse, por lo que esta vez comenzó tallando su cabeza lentamente, después el cuerpo y al final se puso acondicionador, pero en ningún momento lo hizo con prisa.

Una vez limpia agarró una de las toallas y comenzó a secar su cabello, seguido del cuerpo.

Se puso la ropa interior, la pijama y la sudadera, una vez lista, se acercó al espejo del baño y comenzó a lavarse la cara, y después los dientes.

Termino y salió del baño, apagando la luz tras de sí.

Comenzó a cepillarse el pelo, mientras vio a Ran en la cama, sentando, esperándola.

-Hanii ¿Me podrías hacer unas trenzas? -Sonrió, aun que sus ojos hinchados y sus mejillas irritadas y rojas no aparentaba estar feliz

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-Hanii ¿Me podrías hacer unas trenzas? -Sonrió, aun que sus ojos hinchados y sus mejillas irritadas y rojas no aparentaba estar feliz.
-Claro mi amor. -No se podía negar ante su sonrisa.
-Gracias Hanii. -Se sentó en el piso, frente al mayor y este comenzó a hacer las trenzas que le había pedido la menor.

Aunque le doliese ver a la chica que amaba sufriendo o lastimada, quería consentirla, quería ser lo mejor para ella.

Una vez termino una de las trenzas, dio un beso en la cabeza, comenzando la otra trenza y haciendo lo mismo una vez la termino.

La fémina agradeció, mientras se acostaba y abrazaba al mayor, apoyando su cabeza en el pecho de este, mientras el contrario acariciaba su espalda,
así fue como quedaron dormidos, acurrucados.

Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora