Now you see me? [Jinkook]

S e i s.

⚠️ Advertencia para este capítulo:
Lenguaje ofensivo (muy fuerte), maltrato psicológico, bullying.

Calor, hacía mucho calor.

—¿Cómo se siente?

—Umh, algo apretado...

Oh...

Jungkook mordió sus labios, ansioso.

Estaba sudando a montones.

—...¿no te gusta?

—No, no. Es perfecto.

—Bien, apresúrate y termina con esto. No quiero que alguien entre y nos vea.

—Técnicamente solo te pueden ver a ti.

—Seokjin...

—Vale, vale —el rubio suspiró. Al parecer no tenían mucho tiempo—. Lo haré rápido.

Seokjin hizo algunos movimientos más con sus caderas, antes de lograr sentirse satisfecho y terminar, soltando aire en grandes bocadas por todo el esfuerzo que aquello conllevó. Con una sonrisa, abotonó sus pantalones y subió la cremallera de nuevo.

Medirse ropa era una tarea tan dificultosa.

—¿Cómo me veo? —preguntó, saliendo finalmente del vestidor para dar una vuelta frente a Jungkook, luciendo las prendas que se había estado probando desde hace rato.

Portaba una camisa blanca y pantalones de cuero perfectamente ceñidos a su cintura. Haberse metido ahí fue muy difícil, por cierto. Se había puesto unas botas simples también, color caramelo. Eran bastante cómodas y decentes.

El rubio giró de nuevo, frente a la mirada de cierto castaño que intentaba disimular lo cautivado que se encontraba por este nuevo look de Seokjin.

Demonios, ¿por qué tenía que ser tan jodidamente atractivo?

—Luces como un vaquero —habló, encogiendose de hombros indiferente. Él no iba a admitir que se veía genial y que por dentro estaba dando gritos internos.

Tenía dignidad que proteger.

Seokjin hizo un puchero, sintiéndose inseguro por la neutralidad del comentario.

—¿Eso es bueno o malo?

—Da igual, eres invisible —Jungkook bufó, aplanando la boca después porque por alguna razón aquello sonó como un jadeo—. ¿Ya escogiste lo que vas a llevarte?

—Eh, si —Seokjin volvió al vestidor, tomando rápidamente las cosas que había seleccionado y pasándoselas al castaño—. Te devolveré el dinero cuando-

Jungkook le chistó enseguida, anticipando lo que iba a decir.

—Voy a pagar —indicó, girando y tomando otras réplicas de las prendas que Seokjin tenía puestas, pues estas tenían el broche de seguridad y era necesario quitárselo antes de salir de la tienda. Luego de apilarlas caminó hacia la caja sin esperar otra palabra de Seokjin.

No quería oír más promesas de compensaciones. Irónicamente sólo conseguían hacerle sentir mal, porque era como si Jin tuviera lástima de él. Como si el dinero pudiera solucionar el verdadero problema, o aún peor, como si Jungkook no fuera más que una persona a la cual pagarle el alquiler.

Una persona pasajera.

Ya había pasado otro día desde el incidente en el apartamento. Tal como dijo Seokjin en aquél momento, había dejado la tarjeta dentro y debido a eso el recuperarla fue imposible. No había otra forma de acceder al lugar. Por ende, no les había quedado de otra que volver, con Jungkook cabreado, echando fuego por la boca todo el camino y Seokjin asintiendo cabizbajo.