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En otro lugar de Seúl dos hermanos posiblemente se quedarían sin habitación en el instituto y ya se habían perdido la bienvenida, todo debido a que uno de ellos es muy complicado para vestir.

—¿Cómo me veo?

—¡Ya! Jungwoo todo te queda bien, hasta un saco de papas — exclamó el omega menor exasperado por su hermano, quien no se decidía por algo.

—Habla por ti flaco, ¿cómo le haces para no engordar? — refutó con un puchero exagerado—¡dime tu secreto hermanito!

—¡No lo sé, apresúrate que vamos a quedarnos sin habitación! — salió de la habitación para ir al primer piso a prepararse para salir.

—¡Ya voy! — gritó ante el llamado de su hermano y termino por ponerse unos jeans y una camiseta blanca un poco holgada, tomó sus cosas y las metió en su bolso mientras bajaba por las escaleras hacia el primer piso donde se encontraba su abuela.

—Pórtate bien Woo, cuidas a tu hermano— habló mientras acomodaba un poco su ropa, parecía que hubiese salido de una botella.

—No te preocupes Abu, yo lo cuido.

—No te hablaba a ti cariño, le hablaba a Sicheng —la anciana río un poco por la cara de su nieto y besó su mejilla.

—Está bien Abu — tomaron sus cosas y fueron rumbo al instituto.

—Los amo, ¡suerte!— los despidió desde la puerta mirando con gracia a sus caóticos nietos— ¡nos vemos el fin de semana!

—Los amo, ¡suerte!— los despidió desde la puerta mirando con gracia a sus caóticos nietos— ¡nos vemos el fin de semana!

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Y como era previsto solo alcanzaron a inscribirse en los clubes, lo cual era obligatorio para todos los estudiantes

—Déjame adivinar, danza.

—Y tú, música— dijo aun viendo la hoja de las habitaciones y el otro soltó un sonido afirmando— me tocó con Yeri.

—A ver con quién me tocó este año—  se acercó mucho al papel para ver mejor, olvidó sus lentes, otra vez — me tocó con un chico llamado Liu yang yang, no lo conozco.

—No es que yo sea muy popular pero nunca he escuchado ese nombre.

—Quizás es nuevo o de intercambio.

—Tal vez —murmuró con su vista fija en uno de los alfas que se acercaba lentamente al montón— a veces pienso que nos odia y por eso nos evita, ¿cree que fue nuestra culpa que eso sucediera?

—Oye, eso no es cierto— lo abrazó y jaló de su brazo para sacarlo de ahí.

Desde la separación de sus madres hace ya tres años, su hermano mayor pareciera que no los quiere ver ni en pintura, Jungwoo ya se acostumbró a la ausencia de su mayor o así lo dice. Por otro lado, Sicheng sigue siendo duro no verlo en las mañanas o en los pasillos de su casa, eran muy cercanos.

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