°•.*·Guardaespaldas AU·*.•°
★❥AU sin quirks→
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Bakugō ha sido el guardaespaldas de Yaoyorozu Momo desde hace muchísimo tiempo.
Sin embargo, debido a una nueva línea de ropa que la fémina lanzó (la cual tuvo un gran impacto y recibimiento positivo de parte de todos) la seguridad debió ser aumentada.
Ahora está este tipo... "Kirishima". Robándole SU trabajo.
Estorbando.
Y es que se ve tan tonto.
Es decir, el tipo es grande. Por supuesto, como todo un guardaespaldas.
Es un par de centímetros más bajito que él, pero su cabello alzado y dientes peculiares le dan un aire más rudo.
Aire que se pierde una vez abre la maldita boca para hablar.
- Señorita, Yaoyorozu, ¿Deberíamos acompañarla mientras toma el té con el señor Todoroki? -preguntó el pelirojo, viendo atento la expresión facial de la azabache
Huh, esa jodida voz y tono tan amigable. Tan blando.
Y esa expresión casi divertida con la que luce.
A Katsuki le molesta.
Los guardaespaldas deben verse intimidantes. Deben causar respeto y miedo.
Y si el tipo junto a él se ve patético, entonces él también se ve patético.
- No te preocupes, Kirishima-san, pueden tomarse el día libre -respondió con amabilidad la fémina de grandes ojos obscuros, observado a sus costados al par de hombres robustos que asintieron ante sus palabras con expresiones faciales completamente distintas
Bakugō serio, imperturbable, igual que siempre.
Mientras que Kirishima sonreía emocionado por la mención del día libre.Yaoyorozu sonrió pequeño, volviendo su vista al frente para caminar en dirección a la cafetería en la que había acordado verse con su amigo.
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.La pelinegra se despidió de sus guardaespaldas al sentarse junto al heterocromático, permitiéndoles ir por allí a relajarse en aquel lindo día.
Ya que, de cualquier manera, no necesitarían más guardaespaldas para una simple cafetería.
Con Inasa, guardaespaldas de Todoroki, bastaba.
Por lo que, tanto el rubio como el pelirojo, al salir de la cafetería, comenzaron a caminar con tranquilidad y seguridad de que la señorita Yaoyorozu estaría bien.
- Hey, ya que tenemos el día libre ¿Te gustaría ir a tomar algo conmigo? -preguntó Eijirō a Bakugō
Llevaba unas dos semanas en aquel trabajo y, en realidad, no había podido cruzar muchas palabras con el serio rubio.
Nunca mucho más allá de un "¿Cómo estás?".
Así que consideró esta una buena oportunidad para socializar con el otro.
Pero Katsuki, sin embargo, ni siquiera se volteó a verlo- Paso -respondió cortante
- ¿Eh? ¡Vamos! Me gustaría conocer a la persona con la que trabajo -insistió el pelirojo, dando zancadas más amplias al ver que el contrario apresura a su andar