Sweetie [KrBk Month 2021]

6 de agosto

•°.*·Luna·*.°•
★

❥AU sin quirks→

*•★•*
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Es una noche hermosa aquella en la que la joven luna ha decidido echar un vistazo a la tierra.

Y es que, si de lejos se ve genial, de cerca es fantástica.

Así que se atreve.

Es trabajo duro, no puede hacer eso a menudo, pero ha conseguido la desición de hacerlo a pesar de los problemas que pueda causarle su pequeño capricho.

Por lo que, tras una miradita de reojo a las constelaciones junto a él, Katsuki, presencia lunar personificada, finalmente baja.

Baja y atraviesa las nubes.

Baja y se maravilla con sus alrededores.

Sus rojos ojos observando con deleite los ríos y lagos. Las montañas y los divertidos animales.

Los veloces conejos comiendo como si se les fuera la vida en ello y los árboles altos, tan altos.

Tan...

Uh.

Katsuki frunció con preocupación su ceño, meciendo su brazo izquierdo con fuerza, queriendo poder quitarlo de entre las ramas que lo han aprisionado.

No funciona.

Tira un poco más, metiendo su otro brazo para intentar librar el primero de la "prisión".

Más, sin embargo, solo logra empeorar aún más su situación. Ya que ahora tiene ambos brazos enredados entre las ramas del, no muy grueso, árbol.

- Maldita sea -se quejó en voz baja la luna, meciendo sus rubios cabellos ante la fuerza bruta que estaba aplicando para intentar escapar de entre las ramas

Genial. Las estúpidas y vanidosas estrellas han de estar riéndose de él por su estupidez.

Mira que descuidarse de tal modo para quedar atrapado en un árbol.

Uhg, mierda...

- Hey, ¿Necesitas ayuda? -preguntó con tono divertido, entre ladridos, un pequeño colmilludo a los pies del delgado árbol

Katsuki bajó la mirada.

Ahí, meciendo su cola suavemente de un lado a otro, un lobo de pelaje café -casi rojizo- estaba mirándolo con curiosidad.

El rubio chistó su lengua contra su paladar y negó.

- No te entrometas en lo que no te importa -gruñó la luna, girando si rostro para evitar tener que ver la sonrisa canina del contrario

- Bien, como quieras -asintió el de dientes afilados, sentándose en el césped húmedo bajo sus patas, viendo todavía hacia arriba

Donde el muchacho rubio se hallaba tratando de liberarse furiosamente de las ramas puntiagudas del árbol

Pero lo está haciendo de manera muy frenética, si no se calma no podrá librarse de las ramas. Pensó Eijirō.

- ¿Por qué vistes así? -preguntó repentinamente el de pelaje color café- Parece un... Uhm, cómo le llaman... ¡Vestido! Parece un vestido -declaró, ladrando con entusiasmo una vez logró recordar el nombre humano de esas cosas

Katsuki se volvió a voltear a ver al can- Es una túnica, perro tonto -respondió con tono de voz hastiado, deteniendo por un momento sus jalones a su brazo que se hallaba atrapado