Enamorándome de ti (Kirialice)

Capítulo 12: Desamor de padre e hija

Previamente:

Alice ya no tenía vergüenza a nada. Ella usando su peso lo empujó y lo hizo quedar de espaldas a la cama, con ella encima de él, al mismo tiempo que empezaba a meter sus manos dentro de su camisa, haciendo que el pelinegro se estremeciera.

-¡A~Alice!

-Kirito... Quiero que me necesites, ¿podrías hacer eso?... Hay algunas cosas que quieres hacer conmigo, ¿no es cierto?-

Kirito se quedó callado, anonado y sin palabras. Una parte suya se sentía motivada, pero la otra le decía que no, no sabiendo cómo está Alice ahora mismo.

-Vamos... Respóndeme- Pidió Alice con voz suave, viéndolo con una sonrisa falsa, a través de su tristeza.

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-Vamos, respóndeme, Kirito. Tú me aceptarás, ¿verdad?- Dijo, de alguna manera intentando seducirlo.

Alice había metido su mano dentro de la camisa de Kazuto y estaba manoseando su pecho, al mismo tiempo, lo sujetaba de la barbilla y le hablaba con sus bocas bastante cerca entre sí.

-Alice...-

Kirito, como si se moviera solo, la abrazó rodeando sus brazos por su espalda, y empezó a besar su hombro desnudo. 

Realmente él trataba de resistirse al impulso de tocarla, ya que no le gustaría hacer esto de esta manera, pero cuando sentía su mano en su pecho y su cuerpo sobre el suyo, era realmente complicado que el placer no superara su lógica.

-Esto es todo lo que necesito para volverte obediente- Dijo Alice, sonriendo ligeramente.

Fue entonces que ella lo sujetó firmemente de la mejilla, para así eliminar la distancia entre sus rostros y tomar sus labios, en un profundo beso con el cual emblanqueció la mente de Kirito, gracias al placer de darle a probar sus suaves labios. 

-Es muy sencillo, pero... ¿te gustaría también otro tipo de cosas?-

Alice hablaba bastante lento, con voz suave y delicada para persuadirlo, a él le costaba resistirse, y mucho más difícil se hizo cuando sintió que Alice pasaba su lengua por su cuello. Echó la cabeza hacia atrás mientras se le erizaba la piel y respiraba profundo, tenía la oportunidad de hacer realidad su fantasía, pero no lo quería así y su hermana no se lo ponía fácil, mucho menos cuando sentía que algo estaba tocando su entrepierna.

-Vaya, sí te gusta... Si quieres, incluso podría ir más allá, porque ya no importa nada...-

Alice empezó a deslizar su mano por el abdomen de Kirito, hasta meterla dentro de sus shorts. Con la yema de sus dedos tocaba un poco la ligera erección de su hermanito, por encima de la tela, cosa que al sentirla hizo que se le dibujara una sonrisa en su rostro.

-Seré gentil contigo. Es tu primera vez, ¿verdad?-

¡ZAS!

Ver su sonrisa le había gustado, ver una estrella fugaz era tan hermoso como ver su sonrisa, pero también fue algo que increíblemente le enfureció. 

Él no deseaba esto, ella está dolida y descarga su necesidad con él, como si lo estuviera usando y Kirito muy bien lo sabe. Las palabras que dijo después le dieron el suficiente coraje para abofetearla y detenerla.

Ciertamente le había disgustado golpearla, pero fue un fuerte impulso que nació de sí, ella no se detendría y él cada vez más caía en sus deseos fantasiosos.

Entonces, para matar todo de raíz, la necesidad de su hermana, su propia fantasía y el momento que ella había creado, la golpeó en su mejilla con la palma de su mano abierta. No con la suficiente fuerza para dejarle ningún tipo de marca, pero sí para hacer que viera la realidad y se detuviera.