Capítulo 45: Recuperando fuerzas

95 8 9
                                    

Previamente:

Se levantó y lento y silencioso salió de la habitación, quitándose lo adormilado de encima. Ya en la cocina, se encontró con su madre. Ella también tenía la cara larga y triste, siendo seguro que tampoco pasó una dulce noche.

-Buenos días, mamá-

-Buenos días, Kirito. Te levantas temprano...- Dijo algo apagada en su voz, la señora.

-Sí... Mamá... hay algo que quiero consultar contigo...- Dijo con una mirada decidida, aunque nervioso por dentro.

Su madre se le quedó viendo y ambos notaron que el otro tenía los ojos rojos, probablemente porque los dos han estado llorando por la noche.

-¿Kirito...?-

____________________________________________________________________________________

-Ya casi es hora de irnos. ¡Muchas gracias por todo, Kirito!- Agradeció Karatachi, sonriente.

-No hay problema, Karatachi. Si vienen de visita otra vez por aquí, háganmelo saber- Sonrió el azabache.

Ya unos pocos días pasaron desde la llegada de las hermanas Nijika, y éstas ya estaban de vuelta a su pueblo. Realmente no vinieron a hacer gran cosa a la ciudad, solo estuvieron un tiempo conociendo y divirtiéndose con la vida urbana.

-Por lo de Alice, lo siento. No pudimos ser de ayuda- Dijo lamentada Nanairo, haciendo una leve reverencia.

-Eso no es verdad. Desde que Alice se fue sentía que debía hacer algo, y esos pensamientos quedaron en mi cabeza. Pero hablar con ustedes me ayudó a despejar mi mente- Sonrió agradecido, Kazuto.

Nanairo se quedaba algo sorprendida, mientras que Karatachi sonreía alegre. Desde que se enteraron de lo de Alice, pensaban en varias ocasiones en qué poder hacer, así sea para ayudar emocionalmente a Kirito. Ellas creían no haber logrado algo, pero no es así, al parecer.

-Gracias por escucharme, chicas. Ya me siento mucho mejor- Sonreía sincero y algo contento.

El tren de las hermanas Nijika ya había llegado y con ello la hora de despedirse. Su visita no solo fue del agrado de Kazuto, sino también de ayuda.

Una despedida que de triste tenía muy poco, prometiendo volverse a ver en un futuro a ver qué tendría el destino para ellos ahora.

-Kirito... sé que podrás salir adelante en esto- Pensó segura, Nanairo, deseándole lo mejor.

El azabache se fue de la estación y estuvo un tiempo dándole vueltas a la ciudad, pensando un poco y apretando en su mano su anillo en collar. Realmente no pensaba nada en específico, solo se estaba espabilando para poder desestresarse y sentirse en paz un tiempo.

.

.

.

.

.

.

-Gracias por la cena-

Ya cayendo la noche, en su casa todo se sentía silencioso y supercalmado. Así como sin Kirito no hay emoción ni alegría en el ambiente, al parecer es lo mismo sin Alice. A pesar de que se debe a que el ambiente está triste por su ausencia.

-Mamá, esta mañana te dije que quería hablar contigo...- Dijo un poco cabizbajo.

-Si. ¿Qué sucede, hijo...?-

Enamorándome de ti (Kirialice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora