Enamorándome de ti (Kirialice)

Capítulo 34: Arreglando un error

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Al toque, él percibió algo en el ambiente, al igual que Alice, solo que la rubia no sabía bien de que se trataba. Esas malas corazonadas volvían a ella, mientras que él sentía esa presencia algo fúnebre a su alrededor. A diferencia de su amante, el pelinegro sabía que Llenn estaba muy cerca.

-¡Re~Regresaré primero!- Tartamudeó asustado.

Se zafó del agarre de Alice y empezó a correr lejos de ella, devuelta con el resto del grupo. No había tiempo para explicar nada, cuando sabe que esa mirada fantasmagórica se iba posicionando sobre ellos.

Por otro lado, la pelidorado se quedó ahí sola. Esta era una de las primeras veces que se abría y se expresaba con él, pero Kirito seguía pasando de ello. Llevó su mano a su pecho en el lugar donde tenía el anillo, y bajó la mirada bastante desilusionada. Al mismo tiempo, lentamente una silueta negra tomaba forma detrás de ella.

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Al alejarse el azabache, Alice dejó salir un suspiro de decepción. Realmente no fue la noche que estuvo esperando. Fue bastante triste, y de todas las cosas que hizo; no pudo hacer lo único que de verdad quería, que era estar con Kirito.

-Schuberg Alice...-

Se asustó cuando pronunciaron su nombre, pues ella obvio no sabía que había alguien cerca. Cuando se voltea, se encuentra con la silueta de Llenn, viéndola con la mirada fija.

-¿Karen-senpai?-

-Hay algo que quiero preguntarte, sin sentirme avergonzada- Dijo seriamente -Desde el día que te vi, siempre me has parecido bastante intrigante-

Las dos, completamente solas, mientras los fuegos artificiales aún se siguen disparando y explotando en el cielo...

-Este sentimiento de necesitar conocerte creció cada vez más. No podía asimilar que eras la única que no podía comprender. Cada día fue extremadamente confuso. Eres una persona muy extraña para mí-

Recordando en el pasado, desde el primer día que vio a Alice, siempre le pareció bastante misteriosa y oculta. Le era intrigante para una persona como ella, que por más que lo intentara, jamás podía entenderla.

-Pero entonces conocí a Kazuto, y conseguí la oportunidad de acercarme a ti. Pensé que esto finalmente terminaría con mis días de estar cautivada por ti... No fue así, me equivoqué-

Estar en el mismo ambiente que Alice solo la hizo obsesionarse más con la idea comprenderla. No creía que fuera imposible entender la personalidad de alguien, para Llenn jamás lo fue, pero por más que intentara, la presidenta era muy confusa.

-Por alguna razón, mientras más te veo, más confusión siento... Por favor, dime, Schuberg Alice, ¿qué es esto que me intriga de ti?- Preguntó, ya un poco desconcertada.

Escuchar esas palabras, y ver esa leve desesperación en una persona tan serena y calmada como Llenn, le sorprendió bastante. Pensando lo que ella decía, ya como que entendía por dónde iba la cosa.

-Durante mucho tiempo mi corazón también fue cautivado por algo que no podía entender, pero gracias a tus palabras sé qué es. Karen-senpai... creo que puedes sentir cosas por mí-

Es simplemente lo que Alice relaciona con lo que a ella le ha pasado. Como dijo, Llenn está obsesionada con ella, pero no le gusta del todo. Como mucho podía admitir que, sí era bastante linda e interesante, pero nada hasta al punto de tenerle algún afecto romántico.

-Eso es interesante. Lo que has dicho podría ser acertado, Schuberg Alice. Pero, ¿cómo lo dices con tanta confianza? Siempre pensé que no eras humana. ¿Podrías ser una Diosa?- Dijo, mientras parecía estarlo pensando en serio.