Capítulo 4

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La protección

No podía creer que esto estuviera ocurriendo de verdad, quería parar el tiempo y salir corriendo de aquí o cualquier mierda, pero no quería estar aquí en este preciso momento.

Mientras que lo veo de lejos dirigiéndose hacia aquí, veo que parece ser una cabeza más alto que yo, con lo cuál también lo es hacia mi novio, eso puede imponer o no, no lo sé, estoy asustada.

Ya estaba cerca nuestra, cuando de repente se paró a unos 10 metros nuestra. Me miró confundido, me hizo señas sobre lo que tenía en la cara. Diablos...  Vio el moratón... Me seguía mirando de lejos, como si estuviese esperando una respuesta, yo desvié la mirada hacia Alex, quien no estaba atento a nada de lo que ocurría, y volví a mirarle a él.

Él, entendió, me hizo un gesto con la mano de que me esperara, y así hice, asustada y confundida me senté en mi asiento, Alex hizo lo mismo.

NARRA DANIEL:

No podía creer lo que estaba viendo a lo lejos, era ella, si vale, pero me impacto ver lo que yacía a un lado en su cara, ella me indicó lo que me temía, se lo había hecho él. Así que tenía que actuar y rápido

Le indique que esperara, se sentaron ambos y tuve que decidir entre dos cosas. Llamar a seguridad y contarle lo ocurrido y que le echaran, pero obviamente el la esperaría fuera, conozco a ese tipo de personas; y la opción dos, enfrentarle cara y llevarme a la chica. También tenía que pensar en ella, en cuál de las dos opciones ella estaría mejor, y supe al instante que era la segunda.

Me voy dirigiendo hacia ellos y notó que los ojos de ella empiezan a cristalizarse, y él ni se inmuta.

Daniel: Hola.

Alex: ¿Quién eres?.-Me dijo el mirándome confuso mientras agarró el brazo de Irene.-

Daniel: Mira, no quiero problemas, esto lo podemos solucionar por las buenas o por las malas. -Le advierto mientras, aún con él agarrándole el brazo a ella, la acarició del brazo, aunque noto que ella se encoge, debe estar aterrorizada por la situación.-

Alex: Mira no se a qué mierda te refieres pero a mi chica no se te acurra ni rozarle.

Daniel: Puedes elegir irte ahora mismo o quedarte aquí solo, porque ella se queda conmigo, y si me lo impides, -le digo al mismo tiempo que le enseño que tengo en el móvil el número de la policía marcado en el móvil.- llamaré en este mismo instante a la policía, y te recuerdo que para el concierto, hay coches de policías afuera, me sería muy fácil, tu verás lo que haces.

Alex: Bien, me voy, prepárate Irene, y tú chaval, no sabéis dónde os habéis metido.- Dice mientras se levanta dejando libre el brazo que tenía sujeto de la chica.- Esto no se acaba.

Daniel: Ya nos veremos en los tribunales si hace falta. 

Él se va alejando, me he quedado sola con la chica, está temblando, y no es precisamente por frío, pero lleva una chaqueta, de seguro le ha obligado el a ponérsela, los tóxicos no quieren que nadie vea ni toque lo que es suyo.

Irene: Yo... Yo... No sé como...

Daniel: No te preocupes, no hace faltas que me digas nada ahora mismo. ¿Tienes calor?, sé que no llevas eso por gusto...

Irene: Esto... Sí...

Ella empieza a quitarse la sudadera dejando a la vista una camiseta de tirantes blanca, se encoge incómoda y se queda mirando el suelo, así que me agacho y me acerco a su oído.

Daniel: No te voy a obligar a nada, se que estás incómoda, si quieres podemos quedarnos a ver el concierto o puedo llevarte a tu casa si lo deseas, solo dime lo que quieras hacer en el momento que quieras, no te preocupes, no te voy a dejar sola.

En ese momento me siento donde antes estaba el otro chico sentado y le paso el brazo por encima de los hombros y la traigo hasta mi, sabía que era lo que necesitaba en este momento, así que no lo dude ni un segundo.

Daniel: No te preocupes, ya todo ha terminado.

¿Porqué cambiaste?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora