¿Porqué cambiaste?

Capítulo 5

NARRA IRENE:

No puedo creerme que me haya librado de las manos de Alex, no puedo creer que haya hecho esto por mi sin ni siquiera conocerme. Me siento demasiado agradecida pero estoy demasiado confundida como para poder soltar una palabra que tenga sentido...

Daniel: ¿Estás mejor?. Dice el dejando el abrazo que nos mantenía juntos para mirarme a los ojos.

Irene: Eso creo.

Daniel: ¿Quieres quedarte o nos vamos?.

¿Cómo que nos vamos?.

Irene: No quiero fastidiarte, ya has hecho mucho por mi.-Digo mientras me levanto cogiendo mi sudadera.- 

Daniel: Mira, no me vas a fastidiar, solo no voy a dejar que te vayas sola, si quieres irte te voy a llevar yo, no me fío de ese chaval.

Irene: Me quiero ir...

Daniel: Vale, vamos.

Yo camino hacia delante y noto que él me sigue por atrás.

Al llegar a la salida él me guía al que parece ser su coche. Se monta y yo acto seguido hago lo mismo. 

Daniel: Bueno, me tendrás que dar tu dirección.

Yo no le respondo, hecho la mirada abajo dándome cuenta del problema... Tenía ese gran moretón en la cara y era difícil de disimular.

Daniel: Dime, ¿qué es lo que ocurre?.

Yo le dirijo una mirada, creo que él lo ha entendido. Pero para esto no hay solución posible...

Daniel: Mira, sé que no confías en mi, sé que nos acabamos de conocer y sé que estás asustada. Pero puedo notar que no quieres que te vean tus padres con ese moratón.

Irene: No puedo dejar que se enteren de lo que ha pasado, supuestamente iba a venir hoy con unas amigas...

Daniel: ¿Quieres que llame a tus amigas?.

Yo niego con la cabeza lentamente... 

Irene: Yo no tengo amigas, ni amigos, yo hace mas de año y medio que estoy con Alex, él se hizo pasar por mi hablando con los que yo me juntaba y se enfadaron conmigo. Mi madre siempre que yo salía con él le decía que iba con mis amigas, pero la realidad es que esas amigas nunca han existido...

Daniel: Puedo darte una solución, pero no creo que quieras.

Irene: ¿Cuál?.

Daniel: Mis padres están hasta el viernes de viaje, sólo si tu quieres puedes llamar a tus padres para decirles que dormirás en casa de tus amigas y puedes quedarte a dormir en mi casa.

Irene: No no, no puedo, no quiero incomodarte ni mucho menos molestarte más de lo que ya lo he hecho... Yo...

Daniel: De verdad no me molestas, sólo si quieres puedes hacerlo, yo no te voy a obligar a nada que no quieras hacer.

Irene: Pero ni siquiera me conoces y vas a dejarme entrar a dormir a tu casa... No no, ya veré que puedo hacer o a quién llamar de verdad...

Daniel: Oye, no te voy a insistir más, pero sólo quería pues darte una opción para que puedas evitar contestar preguntas incómodas de tu familia.

Irene: De acuerdo... Pero de verdad que no hacía falta que te preocuparas.

Él me dedica una sonrisa y arranca el coche, ¿debería de sentirme incómoda?quizá, pero debo confiar en mi instinto.

Él comienza a conducir y pone un disco de The Fray, no me acordaba de que nos hemos perdido el concierto...

Llegamos a su casa y llevamos cantando todo el camino canciones del disco, no ha sido tan incómodo como me imaginaba.

Abre la puerta y me quedo fascinada, es un chalet, con jardín y piscina, tiene dos pisos y es precioso por afuera.

Él abre la puerta de la casa y me da paso,...es aún mas hermosa que por fuera... Tiene un piano al fondo del salón, una cocina americana y unas escaleras que dan al piso de arriba.

Daniel: Bueno, puedo dejarte una camiseta y un pantalon corto para que te cambies y estes cómoda.

Yo asiento con la cabeza y me indica que le siga, subimos hasta el segundo piso y tiene muchas puertas...

Daniel: Esta es la habitación de invitados, aquí de seguro estarás más cómoda, te voy a traer la ropa pars que puedas cambiarte.

Irene: Gracias de verdad.

Él sale del cuarto dejándome sola, me doy cuenta de que hay un baño propio en el cuarto, y puedo suponer que es igual en todas las habitaciones, me fijo en que también hay una puerta que da a una terraza que aparenta ser bastante grande.

Él llega con una camiseta negra grande y un pantalon gris de chándal.

Daniel: He intentado coger lo más pequeño que tenía, no se si te sirva.

Irene: Seguro que sí, muchas gracias.

Él me hace un gesto de aceptación y me meto en el baño, me pongo la ropa y salgo, él ha debido de bajar.
Llego abajo y él esta haciendo la cena, parece que es un cocinillas apañado.
Se gira y me dirige una sonrisa, me mira de arriba a abajo y se acerca a mi.

Daniel: Te ves tan diminuta con mi ropa.-Dice con una pequeña risa mirándome de arriba a abajo.-

Irene: Es lo que tiene no llegar al metro sesenta.

Daniel: Ya veo, pero te queda bien, estas muy mona.

Irene: Gracias por ser bueno conmigo.

Daniel: Es lo mínimo que podría hacer.

Irene: De verdad, todo esto es demasiado.

Daniel: No te preocupes.-Me dice mientras se acerca a mi y me deposita un beso en la cabeza.-

En ese momento me sentí tranquila, supe que ya no estaba en peligro, y por primera vez, podía estar en paz.