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-En la misma línea temporal en la que Jack hablaba con Ann y su madre-

—¡Pero ya pídele el número de teléfono Alcides! —Cástor reclamaba con la cara fruncida, su voz sonaba enojada.

—¡No es tan fácil! —Heracles exhalo con desesperación mientras se acostaba en su cama y veía el techo. —Me da miedo, el hecho de pensar de que tal vez lo estoy presionando no me gusta. Al final Jack se va a sentir presionado y se va a alejar y no quiero.

Heracles suspiro mientras se ponía una mano en la cara, tapando sus ojos. Cástor suspiro y se trepo en la cama, a un lado de Heracles, y empezó a acariciarle la cabeza y peinar suavemente su largo cabello anaranjado. Se quedaron así por un buen momento, Heracles en ese momento se encontraba pensando el cómo su relación con Jack iba avanzando, desde como empezaron con simples clases de tutoría en recreo hasta el cómo Heracles se había enamorado de Jack. Heracles suspiro en grande.

—Sinceramente no quiero alejarme para nada de Jack. —Heracles comenzó y Cástor paro sus caricias hacia Heracles. —De cierta forma siento que ya molesto a Jack con las ayudas que me da en las materias que tengo, lo que menos quiero es que se sienta presionado si le llego a pedir su número de teléfono, porque, aunque me rechace, siempre queda ahí un sentimiento, ya sea por mi parte o por la suya, eso luego llega a ser incomodo y la incomodidad es uno de los pasos para que algo se acabe. Ya se que no somos nada y no llegaremos a serlo, pero tenemos una amistad en proceso y no quiero terminar nuestra amistad solo por un número de teléfono.

Heracles volvió a suspirar, Cástor a su lado escucho atentamente todo lo que Alcides le había dicho, en ese momento sabia que el se estaba sincerando con él, sabía que estaba abriendo sus dudas ante Cástor, por lo que no quiso interrumpirlo para nada.

—Entiendo. —comento Cástor después de un tiempo. —Perdón si te presiono a hacerlo, yo solo quiero que avances en tu relación con Jack, Alcides. —Cástor suspiró mientras sonreía con ternura y veía la pared. —Quiero verte feliz, al ser tu mejor amigo lo que mas quiero es ver que eres feliz. Y por lo que veo ya has encontrado esa fuente de tu felicidad, por lo que quiero que llegues hasta el final del todo con Jack.

—Cástor... —Alcides se destapo la cara y miro con los ojos llorosos a Cástor quien le sonrió con ternura.

Heracles se abalanzó hasta Cástor para darle un abrazo, abrazo que Cástor correspondió con mucho gusto, acariciando de nuevo su pelo, maravillándose en lo largo y sedoso que lo tenía.

—Eres un grandioso amigo, Cástor. —Heracles enterró su rostro en el pecho de Cástor. Cástor sonrió. —Gracias por ayudarme tanto.

—Es lo mínimo que puedo hacer para que seas feliz.

—Que lindo es verlos así. —la voz femenina llamo por completo la atención de los amigos quienes giraron a ver al marco de la puerta, ambos aun abrazados. —Me da gusto que después de años sigan conservando su amistad. —Alcmena sonrió a los dos chicos quienes sonrieron de vuelta mientras se separaban.

—Señora. —Cástor llamo la atención de Alcmena quien giro su cabeza para ver a Cástor. —¿Usted cree que Alcides debería de pedirle su número de teléfono a Jack?

Alcmena se quedo apoyada en el marco de la puerta mientras pensaba su respuesta, luego miro a ambos chicos con una gran sonrisa.

—Sí. Para seguir avanzando debería avanzar con charlas que van más allá del colegio y los deberes, que ambos hablen fuera del colegio ayuda en que Jack caiga mas por Heracles y que Heracles conozca mas a Jack, porque caer mas por el seria imposible. —Heracles miro a su madre y suspiro.

—Supongo que tendré que hacerlo. —Heracles coloco sus manos en sus mejillas e inhalo y exhalo fuerte. —Cástor ¿Podrías escribirle a Sasaki? Que le pregunte a Jack sobre el tema del número de teléfono y todo eso.

—Voy, a ver si en primer lugar el hombre no esta dormido. —Cástor saco su teléfono de su bolsillo y empezó a escribirle a Sasaki.

—Voy a irme a dormir mis niños, estoy muy cansada de trabajar. —Alcmena entró a la habitación. —Mas les vale irse a dormir pronto, nos hace falta varias cosas en casa así que iremos al centro comercial, por lo que tendremos que despertarnos pronto para poder ir y alcanzar los primeros artículos antes de que se acaben.

Alcmena se acerco a su dijo y le dio un beso en la frente, a Cástor le revolvió levemente su cabellera.

—Buenas noches preciosos, que descansen.

La dama se despidió con una dulce sonrisa y se alejo del cuarto de los chicos, caminando hacia el suyo propio. Heracles vio como Cástor seguía hablando con Sasaki, podía verlo por el nombre de contacto que Cástor le tenia puesto a Sasaki y la foto del pelinegro con un rubio que deducía que era Poseidón.

—¿Qué te esta diciendo? —Heracles miro a Cástor quien sonrió levemente ante la pregunta. Cástor giro a ver a Heracles.

—Dice que acaba de preguntarle a Jack sobre algo, que ya cuando conteste pasaría respuestas. —Cástor sonrió. —Probablemente hoy tengas el numero de Jack contigo ¿no te emociona? —Cástor miró con felicidad a Heracles quien sentía que los nervios subían cada vez más.

—Pero es también probable que rechace el hecho de darme su número. —Heracles suspiró mientras se acostaba en su cama y abrazaba su almohada. —Siento vergüenza, ¿Cómo voy a volver a ver a Jack el lunes después de un rechazo? Me da miedo. —Heracles enterró más su cabeza en la almohada.

—Verás que no te va a rechazar, ten un poco de fe mi querido Alcides. —Cástor mando ánimos desde su lugar en el suelo, el seguía pendiente a su teléfono.

Después de un tiempo esperando Sasaki finalmente contestó, pasándole el trozo de conversación donde Jack le decía que tenía su permiso de pasarle su número, su cara en ese momento se ilumino mientras miraba con alegría su teléfono. Después de eso le pidió la información de contacto que Sasaki estuvo contento de pasar, Cástor le paso la información de contacto a Heracles.

—Alcides, Alcides. —Cástor movió con fuerza a Heracles quien levantó la cabeza de la almohada completamente exaltado. —Mira tus mensajes, tonto. —Cástor vio como Heracles cogió su teléfono de la mesita de noche y se le ilumino la cara, lagrimas empezando a salir de sus ojos.

—¿Te mandó el número? —Heracles miró a Cástor quien sonrió en grande, dando una respuesta muda que confirmaría la pregunta de Heracles, Heracles en ese momento se sentía inmensamente feliz.

Heracles se sentó en la cama y volvió a ver el número, agendándolo después en sus contactos, todo con una sonrisa y lagrimas que empezaban a secarse en su rostro.

—Ya solo tienes que escribirle. —Cástor le dio un golpecito a la espalda de Heracles quien suspiro mientras tomaba bien el teléfono.

Heracles se metió al chat de Jack, todavía vacío al no haber registro de mensajes, Heracles tomo tres bocanadas de aire, tratando de calmar los nervios que sentía en ese momento y empezó a teclear en su pantalla.

Tú.

Hola Jack, soy Heracles. ^^

¡Conquista al delegado, Heracles! [jack x heracles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora