Capitulo 9

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-Estás muy guapa. -Mutsuya me está lanzando varios cumplidos pero no lo escucho por lo embobada que estoy con su outfit. Bueno, y con todo su ser.

¿Es normal que el negro les quede tan bien a los hombres?

-¿Lara? -me dice, y salgo de mi pequeño trance.

-¿S-si? -levanto mi cabeza para verlo y frunce sus labios .

-Nada, solo que... Te he estado diciendo lo hermosa que te ves y... Bueno, no me has dicho nada. -ríe nervioso y rápidamente, empiezo a disculparme.

-Ya, tranquila, sé que soy hermoso, me lo dicen cada día. -me guiña el ojo y hago una mueca con la cara- En fin, vamos a cenar, tenemos al chofer esperando.

Empieza a caminar, pero mi cuerpo no lo sige. Mi corazón dice que vaya con el y que disfrute de la noche pero, mi cabeza dice que no está bien ir con mi jefe.

¿Que se supone que debo hacer?

-¿Lara? -se gira a verme- ¿Estas bien? -se acerca a mi a paso apresurado, colocando la mano en mi frente.

-Si, no es nada, vamos, ¿esta el chofer, no? -le sonrío y el también.

Su mano roza la mía y se entrelazan. Tira de mí al verme mirar nuestras manos y suelta risa. Lo miro por detrás, en verdad, es guapísimo y extremadamente sexy.

Dios mío, traigame la Biblia.

Lo siento cabeza, pero corazón gana.

(...)

-Uf, por fin. -Mitsuya suspira repetidamente.

-Habían muchas fans fuera. ¿Como se enteran? -digo yo, mirando hacia la ventana del restaurante, viendo a las chicas y chicos amontonados con los móviles.

-No lo sé, aunque bueno, que más da. -saca su móvil para enseñarme unas fotos mias de la pasarela.

-¿Esa soy yo?

-¿La chica más bella de la pasarela? Sí. -me sonrojo y chasqueo la lengua. -Ya saben quien eres, así que solo disfrutemos de la velada.

-Bien.

Al caminar, me doy cuenta que nuestras manos se habían vuelto a entrelazar. No se si el quiere que las soltemos pero, aprovecharé lo que pueda.

-Buenas noches, ¿mesa para dos? -dice la chica tras la mesa de la recepción del restaurante, que por cierto, es bastante lujoso.

-Sí, había echo una reserva a nombre de... Mitsuya Takashi. -suspira y la chica no tarda en colocarse bien, y me refiero a más... Despampanante .

-Claro, enseguida le digo donde queda.

Se nota por como se mueve y habla en un tono acaramelado y agudizado. ¿Es que no ve que ya tiene una cita? ¿Esta ciega o que? Chasqueo la lengua y parece que Mitsuya lo nota.

-Bien, su mesa está en la azotea, tienen una carpa reservada para ambos. -me mira con recelo y yo la ignoro.

-Gracias, y... No sea tan fácil ante un hombre, pierde su dignidad. -sonríe y me guiña un ojo de lado.

Sabe lo que hace. Esa indirecta... pero muy directa a la vez...Maldito Mitsuya.

(...)

Cuando por fin llegamos a la carpa, veo que todo está muy bien decorado.

Una mesa cuadrada, con un mantel blanco grande cubriendola toda. Los utensilios necesarios para comer y algunas velas aromáticas y plantas de adorno.

Hilos unidos -Takashi Mitsuya-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora