Capítulo 4

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Me miro por última vez al espejo. Mi vestido de terciopelo negro brillante, reslata mi figura. Tiene plieges laterales también, ajusto un poco los cordones de atrás para que se sujete mejor. Me maquillo natural y me pinto los labios rojos, pendientes de cristal y unos tacones altos.

Suspiro y sonrío. No ha ido tan mal después de todo. Ahora, me la pasaré bien con unos amigos y disfrutaré la noche.

Recojo las cosas y agarro lo necesario. Al llegar al lugar acordado, todos estaban bien vestidos y muy guapos.

-¡Hola! -saludo con la mano y sonrío mientras camino hacía ahí.

-¡Ey, Lara! - Yuzuha me saluda, de nuevo, con dos besos y esta vez le devuelvo el gesto. - Wow, chavala, estás muy sexy con ese vestido.

-Gracias, tu también te ves muy bien Yuzuha.

-Oh, -hace un gesto con la mano, quitandole importancia- Ya lo sé cariño, si no, ¿que serían todos los mensajes que me llegan de gente que ni conozco? -ríe por lo bajo y nos acercamos al grupo.

Rindou, és el segundo en verme, estaba hablando con Sanzu y él, al ver que Rindou me miraba también lo hizo. Ambos se acercan rápido a mí y se colocan ante mí.

-¡Lara! -Rindou me escanea con la mirada- Así llamarás a muchos, eh. -sonríe.

-Tu tampoco estás mal Rindou, te quedan bien esos pantalones negros.

-Gracias.

-Oye, estoy aquí, eh. -Sanzu me pasa la mano por la cara y me disculpo- Nada tranquila, es solo que, hoy me voy a emborrachar.

-¡Eso, yo también! -Rindou le pasa su brazo por los hombros y Sanzu a él, riéndose.

-¡Lara! -alguien me llama y luego, siento un peso en mi espalda que me abraza. Los pelos rubios que caen en mi hombro me indican quien és.

-Emma, hola. -se separa y me giro para verla mejor, detrás de ella, está Draken que me saluda con un gesto de mano y una sonrisa.

-Te ves muy sexy. -me dice Emma, echándose el pelo hacia atrás y mirandome de arriba a abajo. A ver, creo que no voy tan guapa como dicen, solo es un vestido. Pero, de repente, siento dos brazos enrollandose con los míos y veo a los dos peli-rosados que me sacan una sonrisa.

-¿A que sí? -dice Rindou.

-Es guapísima. -ambos me lanzan cumplidos y Sanzu apoya su cabeza en mi hombro.

-¡Joder! -Yuzuha grita dando una patada al suelo. Yo, y los demás, nos acercamos y le pregunto que es lo que le pasa- ¡Baji! ¡Eso me pasa! Fui clara, ¿no? Digo, parece que hablo en chino porque es que nadie me entiende, le digo a las 23:30 y ya són las 23:32, este idiota...

-Tranquila Yuzuha, seguro que estará al caer. -intento calmarla y acaricio su hombro con mi mano.

-Lo peor es que como Chifuyu y él son mejores amigos, pues también retrasa a Chifuyu, -me mira con un puchero-Chifuyu es el que mejor me cae de ambos, Baji és molesto. -se cruza de brazos, como el típico berrinche de niña pequeña, causa risa en mi pero me la aguanto.

-Esperemos un poco y... -un pitido de un coche, que suena bastante estruendoso por cierto, y una voz grave llaman mi atención.

-¡Cabrones, hemos llegado! -veo a Baji, con medio cuerpo saliendo por la ventana y su larga melena negra hacia atrás, moviendose por el viento. La bocina suena de nuevo y esta vez, se asoma Chifuyu, por el asiento del conductor.

-¿Subís ya o que? ¡Que llegaremos tarde por vuestra culpa! -se ríe y Baji también.

Los demás se ríen y van hacia el coche. Empiezo a caminar cuando escucho a Yuzuha, hablar para si misma;

Hilos unidos -Takashi Mitsuya-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora