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STELLA QUERÍA CONVENCERSE de que todo el asunto de el hombre con sombrero, no era real. Que había llegado tan cansada después de buscar a Georgie y llevar a curar a Ben Hanscom, que llegó y se durmió en el sofá de la sala. Trato de no pensar en eso, para no volver a soñar con algo feo, mientras se preparaba para dormir, se levantó la camisa de cuadros que traía puesta. Se volteó para tomar su pijama, cuando notó algo extraño.

Miró su reflejo en el espejo y notó que tenía un gran moretón en su espalda baja, recordó que en el supuesto "sueño" también se había golpeado en la espinilla de la pierna izquierda, quitó sus pantalones y vio una pequeña pero profunda cortada, que había adquirido un color morado. Se tapó la boca con las manos para evitar gritar y que sus padres la notaran.

Enjuagó el area de la cortada con un poco de agua, untó una crema al rededor, para bajar la inflamación (según el libro de enfermería que le había regalado su madre) y le colocó una curita. No pudo conciliar el sueño esa noche, solo hasta que no aguantó más y sus párpados se cerraron automáticamente.

Soñó muchas cosas, horribles. Era un adelanto exacto de todo lo que iba a pasar, incluso soltó unas lágrimas, pero cuando los rayos del sol entraron por su pequeña ventana, no recordó nada.

[[...]]

Hills decidió distraerse mientras su madre estaba trabajando en el hospital municipal de Derry y Su papá, junto a su hermano y abuela, paseaban por el centro de la ciudad. Así que, agarró la patineta que se había comprado a escondidas con el dinero que gano cuidando a los mellizos de la Señora Linskey. Recordó cuando Richie intentó pararse en la patineta y se rompió los lentes.

  Juro que si no dejo de pensar en Richard, yo misma me enterraré en una caja y dejaré que Gretta Bowie me tire desde la cantera, seguro le dará mucha satisfacción. ¿En que rayos estás pensando, Stella?.

Se escabulló hacia el gran patio trasero de su casa amarillo pálido, donde el tejado tapaba el sol. Y trató de practicar un truco. Colocó sus pies como había visto que hacía un chico en el parque y trató de imitarlo, sorprendentemente, lo logró. Gritó de felicidad e hizo un baile raro.

—Maldición, eso fue lo más tierno que he visto— Escuchó una voz a sus espaldas

Se volteó y vio a el chico del supermercado, con el que si madre había bromeado.

—Ay, mira ese chico. ¿No te parece lindo?— señaló a un chico con ojos cafés, cabello despeinado, una playera holgada y unos jeans negros.

—S-si, digo, mamá ya por favor—

—Pero mira como te mira, ay ay—

¿Sabías que es de mala educación espiar a las personas?Habló con el tono que usaba cuando estaba enojada, uno algo mandón.

Lo siento, solo...te vi y no se, fue inevitable no quedarmePasó una mano por su cabello desordenado.

Esta bien...Stella HillsMetió su mano entre la cerca que los separaba y la estrechó con la de el.

Me llamo Dylan Davies

Son dos "D" murmuró.

—¿Disculpa?

Se dio cuenta de que la había escuchado y se sintió avergonzada Tu nombre y tu apellido, son dos "D" Dylan Davies

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐈𝐑𝐋 | Richie Tozier Donde viven las historias. Descúbrelo ahora