𝐕𝐚𝐜𝐚 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐠𝐚𝐧𝐚𝐝𝐨.

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨: 𝐕𝐈𝐈𝐈

Ya pasaron varias semanas desde que me vendieron «literalmente» y de lo que pasó con Alex, quien salió cada fin de semana o días de semana también llegando borracho, con olor a perfumes de mujeres, chupones, olor a cigarro y mucho alcohol.

Es algo que me duele pero yo decidí no entregarme a ser un trapo que él pueda usar y desechar cuando quiere.

Aparte de eso me siento muy a gusto con los chicos acá, me hice muy amiga de Jacob, Pedro y Anthony, tendrán caras de serios pero solo es cuando no tienen comida o no durmieron bien.

A Felipe lo veo como un padre que jamás tuve y creo que el me ve como una hija que creo que nunca tuvo, cuando hacemos entrenamiento con los guardaespaldas siempre se queda mirando y si ve que me ponen algo muy difícil los regaña y desde siempre se queda a supervisar los entrenamientos o el mismo me entrena, como aquella vez en el ring.

*Flashback*

- izquierda, izquierda, derecha, doble. - iba diciendo Felipe la secuencia, era la tercera vez que lo intentaba ya que me confundía o no pegaba bien. Hasta que lo logré.

Por instinto propio lo abrazo, él al principio no me lo corresponde hasta que siento como me devuelve el abrazo, no se cuanto tiempo nos quedamos así hasta que me separa sin ser brusco, carraspea y dice.

- buen entrenamiento, ve a ducharte que apestas - y ahí comprendí que hizo eso porque estaban los guardias y los chicos mirando. En el momento que me abrazo me sentí bien, fue un abrazo sin segundas intenciones o esperando algo a cambio, solo fue eso, un abrazo.

*fin del flashback*

En las semanas que pasaron varias veces me desperté en la madruga por pesadillas que siempre me atormentan desde pequeña, es algo que no se como controlar.

Imagino a mi madre golpeando me o a mi padre.

- ey enana ¿Que haces? - dice Jacob entrando a la cocina.

- Encontré una receta de pizza casera y estoy intentando hacerla. ¿Querés ayudarme?

- Si... ¿que hago? No sé hacer nada. - Me río.

- Ey yo también quiero ayudar. - Entra Pedro haciendo puchero.

- Y yo. - le sigue Anthony

- Pedro y Anthony a amasar y vos Jacob corta esto. - Le entrego su trabajo a cada uno y veo como se manchan de harina y parecen chiquillos jugando con algo nuevo.

Yo mientras ellos hacen eso me fijo en el horno las pizzas que ya puse ahí.

- Te dije que mi autocontrol tiene un límite y vos abusas de ello. - escucho esa voz ronca detrás mío, no hace falta darme vuelta para saber quien es. Alex sigue diciendo ese tipo de cosas, ya no trato de darle tanta importancia ya que no quiero que siga creciendo lo que ya siento por él.

Eso no quita que no me sonroje cada que me dice algo así. Hacia calor así que me puse un short de Jean que es muy ajustado para mi gusto, no se quien me eligió la ropa. Me doy la vuelta, le sonrio y le paso por alado.

- Ey Alex veni a hacer algo con nosotros - dice Pedro con una sonrisa y lleno de harina en la cara.

- Paso, soy mejor comiendo. - le responde casto. Me mira y se que esas palabras tienen doble intención.

LimerenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora