Capítulo 6

112 5 0
                                    

Nueva York, Abril del 2012.

Era otra noche en la que Steve Rogers no podía dormir, pues cada vez que cerraba los ojos para intentar consiliar el sueño todo se repetía en su mente una y otra vez.

La Segunda Guerra Mundial, Peggy, el baile prometido, el avión, miles de vidas corriendo peligro, una sola posibilidad para salvarlos a todos y casi setenta años congelado en el hielo para despertar en una nueva era.

El rubio abrió los ojos abruptamente, se encontraba en su habitación de aquel pequeño apartamento que le fue dado por Shield y por su amigo Howard.

Parpadeó un par de veces para asimilar su realidad y al darse cuenta que no podría dormir esa noche, decidió levantarse de su cómoda cama.

El reloj en la pared marcaba la medianoche y dado a que faltaban muchas horas para el amanecer bajó hasta el gimnasio de su edificio.

Una de las cosas que más adoraba de su pequeño apartamento era que contaba con un gimnasio bastante equipado el cuál utilizaba para entrenar en sus noches de insomnio.

Al llegar a su destino, el rubio acomodó los sacos llenos de arena, vendó sus manos y comenzó a golpearlos mientras aquellos recuerdos que aparecían en sus sueños cada noche se repetían en su mente una vez más.

No supo cuántos golpes fueron necesarios para terminar con el saco boxeo completamente destrozado, sólo fué consciente cuando esté salió despedido por los aires hasta llegar al otro lado del gimnasio.

Intentando regular su agitada respiración procedió a buscar el siguiente saco que sería víctima de su insomnio y frustración. Sin embargo, alguien más en la habitación interrumpió sus acciones.

— No puedes dormir? — Preguntó una voz.

Apenas había logrado dar un par de golpes al saco y desvió la mirada para encontrarse con el hombre de la gabardina que se hacía llamar Nick Fury, Director de Shield y amigo de su hijo, Michael.

— Dormí setenta años, señor. Ya fué suficiente — Contestó reanudando los golpes.

— Deberías estar afuera celebrando o conociendo el mundo — Comentó.

Steve viendo que no lograría continuar con la tarea que se auto impuso, detuvo sus golpes y caminó hasta donde yacían sus cosas para quitar el vendeje de sus manos.

— Cuando caí al agua el mundo estaba en guerra. Al despertar me dijeron que ganamos. Nadie dijo lo que perdimos — Contestó.

— Cometemos errores en el camino, unos más recientes que otros — Lamentó Fury.

— Me tiene una misión, señor? — Más que una pregunta fue una afirmación.

— Así es — Confirmó.

— Quiere regresarme al mundo? — Cuestionó.

— Quiero salvarlo — Respondió extendiendo una carpeta con información.

— El arma secreta de Hydra — Murmuró mientras veía una imagen del teseractor en los documentos de la carpeta.

— Howard Stark lo rescató del océano cuando salió a buscarte, él piensa lo mismo que nosotros que con el teseractor obtendrá energía ilimatada, sustentable y segura. Nuestro planeta lo necesita urgentemente — Explicó.

— Y quién se lo robó, señor? — Quiso saber el rubio.

— Se llama Loki, no es de por aquí. Si estás dispuesto tenemos que ponerte al corriente de las cosas. El mundo se ha tornado más extraño de lo que ya lo conoces — Contestó.

Familia Stark RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora