Capítulo 6

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Ya casi llegaba el segundo anochecer desde el ataque de Inuyasha hacia Kagome

En la que sería la manada de Sesshomaru, dos humanas descansaban por los aires.

Sobre Ah-Un, quien llevaba a una Rin dormida y un Jaken junto a ella y Sesshomaru vigilaba que no les ocurriese algo malo, como todo buen alfa.

Y dándole una que otra mirada a ver si la miko que tenía en brazos, no presentaba complicaciones en sus heridas mientras volaban.

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Mientras que en la orilla de un río, río abajo yacía el inconsciente cuerpo de un muy herido InuYasha, la mitad de su cuerpo estaba dentro del agua y la otra mitad fuera, sobre la tierra.

Sus amigos quienes andaban buscandolo al verle tan mal soltaron un grito de preocupación, todos, incluyendo a Kikyo quien de inmediato se fue en busca de hierbas medicinales para curarlo.

O intentarlo, porque su estado era pésimo.

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A la mañana siguiente, en la aldea de la anciana Kaede todos seguían preocupados por la salud de InuYasha

¿Que le habría ocurrido?

Talvez un encuentro con los insectos de Naraku ¿O algún otro youkai?

Las dudas se hacían presentes entre la manada Inuyasha y todos los aldeanos, pero ellos sabían muy bien que aunque les preocupara mucho lo que le ocurrió lo único que les quedaba era esperar.

POR OTRO LADO

Sesshomaru y su manada llegaban a la casa de occidente pues, en cuando los rayos del sol comenzaron a salir, luego del ataque, ellos partieron hacia allí, lo que menos necesitaban en ese momento era que la única sacerdotisa con la que contaban fuese a morir, Ash, como le molestaba al Inu Youkai tener que lidiar con esa humana del futuro

En cuanto sintieron la presencia de el Lord de las tierras del oeste entrar en la barrera que las protegía a estas, de inmediato todos los guerreros que la defendía iniciaron una formación, tan perfectamente coordinada que, cualquiera pensaría que todos los días la ensayaran para los momentos especiales en los que él volvía

Sesshomaru aterrizó de manera muy elegante seguido por ah-hum quien traía en su lomo a Rin y a Jacken, al pisar tierra todos quedaron sorprendidos al darse cuenta de que su señor traía en brazos a... Nada más ni nada menos que una humana inconsciente

"¿Acaso las colecciona?"

Era lo que se podría pensar por las caras que ellos tenían

Se escuchaban uno que otro murmullo que, obviamente, Sesshomaru podría escuchar, harto de tanta insolencia elevó su Youki para aplastar el de los presentes, y que supieran a espaldas de quien era que estaban hablando

El Lord no tuvo que decir palabra alguna para que uno de los soltados inmediatamente se acercara a él

- Bienvenido de nuevo, Sesshomaru Sama

El Youkai presente le hizo una reverencia a su señor, era el general más leal y al que más confianza tenía Sesshomaru

- General, tome a la miko, que la instalen en una habitación decente y sea atendida de inmediato.

El general asintió, no sin antes reverenciarlo, para tomar a Kagome en brazos y llevarla con las curanderas, cumpliendo así con su orden estipulada

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