¿Orgullo o Amor?

Capítulo 13

Sango y Kikyo se fueron a sentar cerca a un riachuelo en el bosque, evitando que la conversación que iban a tener pudiera ser escuchada por Inuyasha. Sango estaba muy expectante, esperaba pacientemente lo que Kikyo tenía para decir.

— Cuando era niña... - comenzó a hablar Kikyo. — Mis padres me contaban esa leyenda, diciendo que debíamos a toda costa, ayudar a esas dos personas.

— Pero tu intentabas matar a Kagome. - le reprochó Sango.

Kikyo solamente negó con la cabeza — Al principio, al verla, pensé que alguien estaba tomando mi lugar... Somos muy parecidas físicamente, ¿Sabes?

- Sango asintió estando de acuerdo. — Eso es verdad. -agregó.

— Sin embargo, al saber que era mi reencarnación... Y que venía de 500 años en el futuro, los recuerdos que tenía acerca de esa leyenda volvieron a mi como un rayo. — hizo una pequeña pausa para tomar aire. — Pero algo andaba mal, la Miko y el demonio no estaban en el mismo equipo...

— ¿No se te ocurrió pensar que el demonio blanco era Inuyasha? - preguntó Sango con cierto recelo.

— Podría ser, pero tú conoces la leyenda tanto como yo. "Sus ojos son como oro fundido, su cabello tan blanco como la luna... pero no te equivoques, su apariencia divina es sólo una fachada, te hará bajar la guardia y en ese momento, tu historia en el mundo terminará" - recitó ese pedazo de la leyenda.

Sango pudo entender lo que ella decía, definitivamente el demonio blanco no era Inuyasha, claro, podría entrar en la descripción, pero hay una palabra clave "Su apariencia divina es una fachada"

— Entonces... si la leyenda es real... Sesshomaru es el demonio blanco...

— Es real. —- cortó Kikyo. — Y la prueba de eso, es que conocemos a la única miko que viene del futuro.

— Entonces... Todo este tiempo... ¿No estabas tratando de deshacerte de Kagome? - Preguntó Sango sorprendida con la culpa cayéndole  sobre los hombros.

— Si, pero no de la forma en la que piensas. Lo que trataba de hacer, era que ella cambiara de grupo... Ella debe seguir su destino.

— ¡Pero! —- Sango se levantó de golpe. — Ella podría quedarse aquí y aún así formar equipo con Sesshomaru!

— ¿Estás segura de ello? - preguntó Kikyo, con su mirada estoica de siempre. — ¿No se pelean Inuyasha y Sesshomaru cada que se ven? ¿No se pone Kagome del lado de Inuyasha metiéndose de lleno en la rivalidad de ambos hermanos?

Sango sabía que Kikyo tenía razón, si Kagome seguía en el grupo, nunca podría llegar a tener algún nivel de confianza con Sesshomaru, y si lo intentara, seguro Inuyasha no se lo permitiría, lo mejor era que ella hiciera parte de la manada del oeste.

— Además, estando rodeada de personas que la protegen sin nada a cambio, ella jamás va a explotar su potencial. - agregó Kikyo, y Sango no pudo estar más de acuerdo.

— Entonces... ¿Que Inuyasha la atacara?

— Eso hay que investigarlo, la actitud de Inuyasha ha cambiado y eso no es normal. -su voz sonó preocupada.

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EN EL PALACIO DEL OESTE

Kagome llegó al despacho agitada y abrió la puerta de par en par sin pedir permiso provocando que Sesshomaru y el general Ayari la observaran de vuelta.

Sesshomaru se encontraba visiblemente alterado ¿Estaba enojado? ¿Por qué? ¿Que había ocurrido para que él perdiera los estribos así? Kagome debía averiguarlo, pero antes de eso, primeramente debía convencerlo de que se calmara un poco.

Kagome se acercó a Sesshomaru lentamente, estaba dudosa de lo que debería hacer, miró al general Ayari quien le hizo un gesto asintiendo con su cabeza para darle su aprobación y con eso Kagome tuvo el impulso que necesitaba para caminar rápidamente hacia Sesshomaru y ponerse a su lado

— S-Sesshomaru Sama... - Sesshomaru le dirigió a Kagome una mirada tan helada que hizo que el cuerpo de ésta se sacudiera violentamente. Pero ella no se iba a dar por vencida... Aún. — Ayari Sama. -El general miró a Kagome son suma atención  — ¿Podría por favor acompañar a Rin? Está muy asustada por tanto revuelo...

Kagome lo miraba suplicante y él, entendió que su petición para que se retirará no era solamente por Rin, pero eso a él no le molestaba en absoluto. Solamente le preocupaba que las cosas no siguieran el rumbo que ella deseaba y que Lord Sesshomaru pudiese lastimarla, pero, luego recordaba que eran una manada y los Inu youkais eran muy celosos y y tenía un instinto sobreprotector con sus manadas. Así que decidió retirarse y cerrar la puerta.

Estando ya solos, Kagome miro a Sesshomaru con preocupación y se aventuró a tomar su brazo.

— Por favor... - Dijo, antes de que él gruñido de él retumbara por todo su cuerpo. — Cálmate un poco... Sesshomaru, somos una manada ¿No? Puedes contarme...

Sesshomaru abrió ligeramente los ojos. Su youki comenzó a retraerse de a poco y su respiración se fue controlando mientras sus ojos volvían a su color dorado habitual. Kagome sonrió

— Puedes confiar en mí. -Kagome giró el rostro hacia la izquierda para que su cuello del lado de la vena yugular quedara expuesto. —soy leal a ti, Sesshomaru Sama.

Kagome se inclinó un poco más mostrando más piel de su cuello, esperando que con eso él se calmara.
Un gruñido sonó en él lugar haciéndole erizar la piel.

Cerrando sus ojos comenzó a temer por la reacción del demonio.
después de unos minutos en silencio pudo escuchar su caminar aproximándose a ella. Podía escuchar sus propios latidos en sus oídos, el nerviosismo comenzó a invadirla. Segundos después, que parecieron eternos sintió su toque, su brazo rodeándola por la cintura para después sentir algo húmedo y cálido arrastrándose por su cuello desde la base hasta su oreja sacando un ligero gemido de su garganta.

Sesshomaru se alejó lentamente sin soltar su cintura, respiraba pesado, podía sentir su aliento chocar con el de ella, ambos quedaron perdidos en la mirada penetrante del otro, Azul profundo con oro fundido, Kagome estaba más sonrojada que nunca. Por alguna razón, esa acción le hizo sentir cosas extrañas que antes no había sentido, se sentía mareada, sentía el corazón en la boca y las piernas le temblaban.

— Sesshomaru... - Ella dudó un momento, pero luego se abalanzó para abrazar a Sesshomaru provocando que éste se sorprendiera aún más. — Que bueno que seas tú de nuevo... - Dijo en un susurro.

Kagome miró hacia su rostro y luego se separó de golpe, estaba tan preocupada por él, que por un momento olvidó que estaba frente al Lord del las tierras del Oeste. Sesshomaru sintió el abandono del calor de su cuerpo contra el suyo, no pudo evitar torcer un poco los labios a modo de disgusto, en cambio decidió asentir con su cabeza para darle a entender que estaba en lo cierto.

— ¿Puedo saber que ocurrió?. - Preguntó ella con un poco de reticencia. Pero en cambio la recibió un silencio sepulcral. — ¿Involucra a Rin? - Preguntó ésta vez, provocando que el afilara la mirada y su youki comenzara a elevarse de nuevo.

- Kagome tomó una decisión rápida, sujeto las manos de él entre las suyas y sonrió, como le sonreía a sus amigos. — Lo vamos a solucionar, lo prometo.

Continuará...

(N.A: Holaaaaaaaa nuevo capítulo, trataré de no demorar tanto en actualizar, para que la espera no sea tan larga  ¿Que les pareció el capítulo? A mí me encantó escribirlo 🥰

Bueno, espero que tengan lindo día, tarde, noche y que la pasen bonito 🥺💖)