Scott y Olivia McCall son hermanos mellizos que viven tranquilos en el pequeño pueblo de Beacon Hills, hasta que una noche su mejor amigo Stiles los arrastra al bosque en busca de un cadáver, sin saber que Scott seria mordido por un misterioso anima...
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—Siempre hacen lo mismo. — dije mientras íbamos en el Jeep de Stiles. —Hoy quería recostarme y descansar... pero no, Derek tenía que venir y secuestrar a Deaton.
—Solo iremos un segundo. — dijo Scott y negué.
—Van a atraer al alfa. — dije cruzándome de brazos. — Te odio a ti. — dije apuntándolo. —A ti. — dije apuntando a Stiles. —A Derek. —dije molesta. —O y al alfa por morderte. — dije recostándome en el asiento.
—Pues a la otra no te traemos— dijo Stiles y yo lo mire.
—No, si tráiganme, tengo más curiosidad que cansancio. — dije y el rio.
Stiles estaciono el Jeep afuera de la escuela y los tres bajamos.
—Es una terrible idea. — dije mirando a Scott.
—Lo sé— dijo suspirando.
—¿Aun así lo haremos? — pregunte haciendo una mueca.
—No hay otra opción. — dijo y yo suspire.
—Si la hay, a mí por ejemplo me gusta ignorar los problemas hasta que pff. — dije abriendo mi mano como una explosión. —Desaparecen.
—Tenemos que entrar.
Stiles abrió la cajuela del Jeep sacando unas pinzas gigantes.
—Esta aquí— dijo Scott y todos miramos como Derek estacionaba su lindo auto.
—¿Tienes un auto? — pregunte alzando una ceja.
—Al parecer— dijo Stiles alzando una ceja.
Vimos como Derek se bajaba del auto y nos acercamos a él.
—¿Dónde está mi jefe? — dijo Scott.
—En la parte trasera. — respondió cerrando su puerta.
Los tres nos asomamos por la ventana y vimos a Deaton atado con cinta.
—Se ve cómodo— dijo Stiles.
—¿Era necesario atarlo? — pregunte con una ceja alzada.
—Si— dijo y rodé los ojos.
—Eras más agradable cuando estabas al borde de la muerte. — dije cruzándome de brazos.
Los tres comenzamos a caminar hacia la escuela.
—Espera, ¿Qué hacen? — pregunto Derek.
—Dijiste que estoy vinculado con el alfa. Voy a ver si tienes razón. — dijo Scott.
Los tres caminamos hacia la escuela. Estaba muy oscuro. Parecía salido de una película de terror.
[...]
Entramos a la oficina donde estaba el altavoz. Stiles y Scott traían unas linternas.
—Una pregunta, ¿Qué harás si el alfa no viene? — pregunto Stiles caminando hacia el altavoz.
