Scott y Olivia McCall son hermanos mellizos que viven tranquilos en el pequeño pueblo de Beacon Hills, hasta que una noche su mejor amigo Stiles los arrastra al bosque en busca de un cadáver, sin saber que Scott seria mordido por un misterioso anima...
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Parpadeé un poco para recuperar el enfoque y sentí que alguien me sostenía y abrazaba con cuidado, era Stiles. Debí desmayarme después de la mordida. Estábamos estacionados en un estacionamiento y Stiles y yo nos encontrábamos recostados en los asientos traseros del Jeep.
—Dios, Liv. Pensé que...—balbuceo Stiles.
—Estoy bien, tranquilo— dije sonriéndole un poco. —Bajemos del Jeep. — dije y así lo hicimos.
Peter estaba sacando una laptop de la guantera de su auto.
—Miren quien despertó. — dijo burlonamente. —No te preocupes, Olivia. No morirás.
—Cállate—le dije sonriendo falsamente.
—Bien conéctense y busquen a Derek. — dijo señalando la laptop y el internet.
—Necesitas el nombre de usuario y contraseña de Scott y lo sentimos, pero no lo sabemos. — comento Stiles.
—Si, lo saben.
—No lo sabemos.
—Aun sin escuchar el latido de tu corazón, sé que estas mintiendo.
—Te juro por dios que...— Peter estrello a Stiles en el teclado de la laptop.
—¡Basta! — pedí.
—Puedo ser muy persuasivo Stiles. No me obligues a serlo.
—No hay necesidad de que lo lastimes. Ayudaremos. Ahora suéltalo. — le dije.
Peter lo soltó y lo hice a un lado para poner la contraseña y usuario.
—¿Qué harás después de hallar a Derek? — pregunto Stiles.
—No pienses Stiles.
—¿Vas a matar gente?
—Solo a los responsables.
—Si hacemos esto, debes prometer dejar en paz a mis amigos.
—¿Sabes porque los lobos cazan en manada?
—Porque sus presas favoritas son muy grandes para ser cazadas por uno solo. — dije y Peter asintió con una sonrisa. —Sabemos que son más poderosos juntos.
—¡Exacto! Necesito a Derek, Scott y ahora Olivia. ¡A los tres!
—No te ayudaran. — dijo Stiles.
—Lo harán. Para salvar a Allison. Y para salvar a sus amigos.
Empecé a teclear el usuario y contraseña de Scott.
—¿Su nombre de usuario es Allison? — pregunto el alfa. Y tecle la contraseña. —¿Su contraseña también es Allison?
—¿Aun lo quieres en tu manada?
Peter me miro confundido y yo me encogí de hombros.
La ubicación del celular de mi hermano apareció en la pantalla y los tres miramos confundidos.
