Las clases apenas iniciaban en aquel instituto. Los estudiantes caminaban de un lado a otro, salían y entraban de las aulas.
—¿Hiciste la tarea de filosofía?— Preguntó Valeria mientras ingresaban al salón de clases.
—¿En la que debíamos escoger un filósofo y preparar una exposición? Si, mi exposición será por USB, ¿Y la tuya?— Preguntó el chico de ojos negros, mientras ocupaba su asiento.
—Igual, ni de pedo me pondría hacer una cartelera. Cambiando de tema, ¿Me vas a decir que pasó esa noche en tu cita con Daniel?— Valeria tenía una pícara.sonrisa.
—Nada de lo que estás pensando— Señalo con una fulminante mirada. —Por ahora no te diré—
—Antea de llegué la profe Karina, ¿Hasta cuando vendrás a clases?—
—Mis padres hablaron xcon los directivos del colegio y quedaron que yo asistire hasta esta semana, desde la otra semana seguiré las clases virtual—
—Te voy a extrañar, neta—
Mientras tanto, en otra parte del colegio; los estudiante de ultimo año se encontraban en su clase de biología.
—¿Y que debemos hacer?— Pregunto Jessica.
—Lo primero que debemos hacer es escoger algún bicho de los que se encuentren aquí en el patio, luego debemos hacer un dibujo de ese animal y para la proxima clase debemos traer una maqueta del habitat natural y una pequeña exposición— Explicó Daniel.
—El profesor exagera, siempre deja mucho trabajo— Resoplo Jessica con odio.
La hora del receso por fín había llegado, y nuestro pequeño grupo de amigos se encontraban en su mismo lugar de simpre. En los más profundo del colegio y debajó de un árbol.
—¿Ustedes dos no esconden algo?— Preguntó Valeria, mirando seriamente a los chicos.
—Valeria tiene razón, ¿Qué pasó en la noche de su.cita?— Ahora preguntó Jessica.
Los chicos se miraron entre si, soltando.un pesado suspiro, pues se dieron cuenta que sus dos amigas no se iban a rendir faciltemente.
||Días atrás||
La imagen frente a los ojos miel del mayor era perfecta, todo parecía sacado de una de esas típicas películas romanticas juveniles.
Escuchó unos pasos aproximarse, el olor le indicó que no era un humano, por ese lado estaba aliviado.
Se escondió detrás de un árbol por precaución.
—¿Hola? ¿Daniel, estás.aquí?—
El mayor sonrió al escuchar la voz del aquél chico. Con el menor ruido posible salió detrás del árbol colocándose detrás del menor.
Tapó los ojos del más chico y se acercó al oído.
—¿Quién soy?—
—Uhm....no sé, ¿Una pista?— Jugueteo con una divertida sonrisa.
—¿Quieres una pista? Es muy fácil, no seas tramposo—
—De acuerdo, ¿Eres aquél chico de ojos color miel? Muy lindos, por cierto, y también tiene una personalidad ruda y a la vez sensible, ¿Eres ese chico?—
—Tú si sabes como como responder con inocencia y una pisca de maldad—
El menor volteó y color sus manos alrededor del cuello del más alto.
