Dos semanas han pasado desde el axontecimiento en el laboratorio secreto.
Jessica se asegura que Daniel y Sebastián se hicieran más cercanos, pero era casi imposible.
Esos dos apenas y se llevaban.
Era un nuevo día en la hermosa ciudad de México; la familia Córcega López se encontraban desayunando en familia como todos los días antes que el día cada uno iniciará.
—Tuve un sueño bastante raro— Habló Daniel.
—¿Qué sueño? ¿Qué te caias de la cama?— Bromeó Isabela.
—O mejor, ¿Soñaste con tu familia los gorilas?— Ahora bromeo Laura.
—Niñas, dejen de molestar a su hermano— Regaño Temo, luego miró a su hijo mayor. —¿Qué soñaste, mi niño?—
—Yo tenía por hay unos 5 o 6 años, veía todo borroso, solo escuchaba la voz de ptro niño, recuerdo perfectamente lo que decíamos en el sueño— Daniel recordó las palabras de su raro sueño. —"Siempre seremos mejores amigos" lo único que lograba ver era la espalda del otro niño, llevaba una piyama de gatito—
—Pues si es un sueño muy raro—Temo miró de reojo a Aristóteles, ambos sabían que eso no fue un sueño. —Buenos, mejoe terminen de desayunar o llegarán tarde a la escuela—
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Los 4 hermanos Córcega iban llegando al colegio, en la entrada se encontraban Jessica y al lado de ella estaba Sebastián, cosa que era raro.
Daniel se despidió de sus pequeños hermanos para que cada uno fueran a sus respectivos salones.
—Hey, ¿Qué onda?— Daniel saludó a su mejor amiga y su ¿Amigo?, ni el sabía.
—Holax que bueno que ya llegas, quiero contarle algo a los dos— Sebastián miró a mbos con una mirada que mostraba algo se preocupación, ¿Por qué?.
—¿Qué ocurre? ¿Alguien más sabe sobre ya sabes que?— Jessica miró atemorizada al menor.
—No, tranquila, nadie más que nosotros sabe de eso...es algo sobre mi y...necesitó de su ayuda y apoyo— Sebastián miró a sus acompañantes con suplica.
—Lo que sea, cuentas con nuestro apoyo. ¿Qué ocurre?— Daniel apoyo su mano en el jombro del menor en señal de apoyo.
—¿Recuerda que desde hace unos días yo venía sintiendome mal?— Obtuvo como respuesta un "si". —Sólo tuve un idea sobre esos maoreos y vómitos constantes y ayer salí de duda—
—¿Qué es?— Preguntaron los dos al mismo tiempo.
—Estoy esperando un bebé...— Murmuró bajito, pero no lo suficiente como para que Daniel y Jesscia escucharan. —Pero...algo que ustedes no saben—
—¿Tú ya habías tenido relaciones sexuales con tu ex?— Jessica miro atonita al pelinegro.
—No, bueno si, realmente no fue tan así— Por el gesto de ambos, dedujo que no entendía. —Yo...yo fui violado, él violó...me obligó—
—Hijo de puta— Murmuró Jessica. —Por los colmillos del Conde Drácula, ese mortal es un asco—
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—Daniel empieza a recordar por medio de sueños, que realmente son recuerdos— Temo se encontraba ordenando el cuarto de las mellizas, era un asco de cuarro.
—Sabíamos que eso en cualquier momento podría pasar, por suerte la perdida de memoria no fue permamente— Aristóteles ayudaba a ordenar el cuarto. —Oye tahi, debo contarte algo—
—Amor, conozco ese tono de voz— Temo dejó de hacer lo que estabahaviendo y miro seriamente a su esposo. —¿Qué ocurre, tahi?—
—Ehm...hace unas semanas me encontré con Karla en el mundo vampiro— Murmuró el rizado, su manos rascaba de manera nervipsa la parte de su nuca.
—¿Karla? ¿Karla Miller?— Aristoteles asintió.
Temo soltó un suspiro frustado.
—Confió en ti, tahi— Temo se acercó al rizado y enredó sus manos por el cuello.
Mientras que las manos del rizado se posaban en la pequeña cintura de Temo.
Sus labios se unieron en un beso hermoso. Y tenían toda la eternidad para disfrutar su amor.