One shots - t.A.T.u.

La vecina

Julia se tumbo junto a la piscina para perfeccionar su bronceado para el comienzo de las clases del próximo mes, su mamá estaba en la cocina cocinando sus famosos fettuccine a lo alfredo y su papá estaba de camino a casa con una película de Redbox. Su vida era perfecta, pero todo estaba a punto de cambiar a causa de la llegada de una nueva vecina.

Era una antigua oficial de policía llamada Elena Katina, probablemente tendría unos 40 años, tenía una firme apariencia, pero era muy amigable y habladora. Al principio parecía una buena candidata para el vecindario. Era cordial y siempre hacía un esfuerzo por saludar o decir hola. Además la presencia de alguien con experiencia en la aplicación de la ley proporcionaba una sensación de seguridad. Pero las cosas empezaron a enredarse rápidamente y Julia parecía ser el catalizador.

La vecina se interesó por Julia de repente. Cada vez que ella salía podía sentir sus ojos examinándola. Siempre se acercaba y tratando de iniciar conversaciones con ella, pero tan pronto como escuchaba o veía a sus padres, se marchaba. Le preguntó si tenía alguna cuenta en las redes sociales. Cuando mintió y dijo que no, le preguntó si podía hacerle una foto y antes de que ella pudiera responder le tomó una sin su permiso.

Julia se sintió completamente nerviosa y asustada por las intenciones de su vecina. Por lo que sabía, podía tener a una asesina o pervertida viviendo a pocos metros de su casa. Sabía que necesitaba saber más, así que una noche apunto su telescopio a su ventana y lo que vio sólo amplificó las alarmas que sonaban en su cabeza. Esa mujer estaba obsesionada con su foto en su teléfono e incluso pudo ver una pequeña pila de fotos en su mesita de noche, la imagen de una chica joven en la parte superior. Se le congeló la sangre, todo esto confirmó su miedo, debía de ser una pervertida.

La noche siguiente la vio fisgoneando a hurtadillas en el cubo de su basura. Observo con horror e incredulidad cómo levantaba uno de sus tampones usados, entraba en su coche y huía en la noche. Esto fue la gota que colmó el vaso. Sabía que por la mañana tendría que alertar a sus padres y ponerse en contacto con la policía.

Se despertó con el sonido de las sirenas de la policía y una gran conmoción en el piso de abajo. Saltó de la cama y vio cómo se llevaban a sus padres esposados. Comenzó a gritar y a llorar mientras corría hacia la puerta, pero la vecina la detuvo. Con una expresión de horror, murmuró: "Lo siento mucho. Esos no son tus verdaderos padres. Fuiste secuestrada hace 14 años. La prueba de ADN lo confirmó."

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Título Original: "El vecino"
Creditos a su autor