capitulo 9

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Maratón 2/3

****** Ataque cibernético ******

Megan

Después de la faena que tuve con Mateo decidí volver a darme un baño fue uno rápido ya que tenía que volver al hospital lo antes posible, sabiendo que Mateo se quedaba con Emily me iba más tranquila en cambio a como mi madre no podía dejarla sola con la niñera.

Me puse unos vaqueros de mezclilla unos tenis blancos una playera de tirantes vino y mi chaqueta negra que se ajustaba a la perfección, me peine con un moño desareglado, me puse solo  máscara de pestañas y un labial vino, tome mi bolso y me salí de la habitación iba justo a la de huéspedes cuando vi a Mateo que estaba parado en la puerta de la recámara de Emily, el tenía el cabello mojado y despeinado llevaba un pans negro, una playera blanca a juego con sus Nike.

-Ya me voy, cuidala por favor la niñera no tarda en llegar, no tengo teléfono eso ya lo sabes- le di un papelito en el cual iba el número de Dylan, lo se es una reverenda mamada pero no tenía a nadie más, si le daba el de mi padre y me marcaba le daría un infarto del coraje, así que obte por Dylan se que el lo entenderá por que se trata de Emily.

-De quien es este número

-Es de Dylan, marcame solo si es una emergencia

-¡No le marcare a ese idiota!

-No seas infantil, ¿recuerdas que no tengo teléfono  verdad?

-Eso quiere decir que estarás pegada a ese invecil

-Dios eres insufrible, el me pasará la llamada, me voy se me hace tarde tenia que estar ahí desde hace una hora

-Ok, esta bien

En eso sonó el teléfono de la casa y la chica que hace la limpieza contesto, corrió hacia mi y me dio el teléfono

-Es para usted señorita Megan

-Gracias

-Hola

-Megan, hija necesito que vengas ¡ya!, tu mama se puso muy mal y la metieron a cirugía

-Voy para haya

-No tardes por favor

-No te preocupes.

Termine la llama y Mateo se me quedo viendo con cara de preocupación

-¿Todo bien?

-No mi mamá se puso mal y la van a operar, me voy cuidala

El se acercó a mi y me dio un casto beso en los labios

-De eso no te preocupes yo la cuidare bien

Lo dejé y me fui lo más rápido posible al hospital, no podía dejar de pensar en mi madre, se había portado mal conmigo pero no quería que le pasara nada.

Cuando llegue al hospital Dylan y mi padre estaban en la sala de espera del cuarto que nos habían asignado, era una sala pequeña pero muy elegante con todo lo necesario para poder pasar el tiempo.

-Megan hija que bueno que llegaste

-¿Como esta mamá?

-No lose, Megan aún no me dicen nada

Abracé a mi padre fuertemente y le sussurre al  oído

-Estara bien ya lo verás

El asintió con la cabeza y se fue hacer un café, yo me senté alado de Dylan

Mi señor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora