Mi señor

capítulo 20

**Familia Balcazar**

Había pasado ya una semana de mi reposo absoluto, Mateo no me dejaba ni si quiera pararme al baño, en verdad me hacia enojar.

Estábamos en el consultorio listos para la ecografía, tenía muchas ganas de conocer a mi bebé ya lo había visto antes, pero esta ves era diferente Mateo estaba conmigo y seria la primera vez que el lo vería.

-Buenos días señor y señora Balcazar, están listos para ver a su bebé

-Mas que listos

Mateo estaba muy emocionado, se le veía en los ojos y en su forma de actuar.

-Muy bien-- el doctor me colocó un aparato y me llenó de gel el vientre, estaba emocionada, queria ver a mi pequeño o pequeña.

-Aqui esta, tienes 12 semanas de gestación cumplidas, el feto se ve muy bien no ahí ninguna anomalía, el sacó amniótica esta en perfecto orden y el hematoma que se había formado ya se desapareció, en pocas palabras ya están listos para poder viajar.

-Eso es maravilloso.

-Quieren escuchar el latido de su corazón.

-Si, Claro

-Eso sería estupendo, jamás lo eh oído

-Muy bien.

Escuchar el latido de mi bebé era lo más maravilloso, era música para mis oídos, Mateo estaba tan contento que sus lágrimas bajaban por sus rosadas mejillas.

-En cuanto tiempo sabremos si será niño o niña.

-Dos meses más y se podrá notar el sexo

Nunca me había puesto a pensar sobre eso, tal vez Mateo lo pregunto por que quiere empezar con su cuarto de el bebé.

*****Mateo******

Ver y escuchar a mi hij@ era lo más hermosa que podría pasarme, amo y adoro a Emily y me duele que me haya perdido todo esto, pero ahora con el nuevo bebé todo será diferente, estaré presente para el o ella en todo momento, y recuperar todo el tiempo perdido con mi pequeña peliroja.

Megan se veía muy emocionada, sus ojos se iluminaron en cuanto nuestro bebé se notó en la pantalla, era algo verdaderamente bellísimo.

-Muy bien, en recepción les entregarán las fotos y el video se les será enviado por WhatsApp en unos 30 minutos.

-Muchas gracias doctor, nosotros volvemos a Los Ángeles, pero le agradesco todo lo que hizo por mi esposa.

-Es un placer ayudarlos.

Se acomodo la blusa Megan y yo la ayudé a bajar, me fascinaba su pequeña pancita que se le asomaba.

Los dos salimos del consultorio y nos dirigimos al hotel.

-Losiento mucho cariño, arruine nuestra Luna de miel.

Era como una daga al corazón que Megan se sintiera mal por todo lo que había pasado, ella no tenía la culpa ya que nazca nuestro bebé y para que se sienta mucho mejor, la llevaré a esa luna de miel que planeamos. Era viajar por todo Europa.

-¡No! Meg no la arruinaste, disfruté estar todo el día contigo viendo esas películas de terror que tanto te gustan, lo único que quiero es que tu y nuestro bebé estén bien.