𝐇𝐄𝐋𝐋°| 𝑻𝑶𝑲𝒀𝑶 𝑹𝑬𝑽𝑬𝑵𝑮𝑬𝑹𝑺 "𝕆ℕ𝔼 𝕊ℍ𝕆𝕋"

𝐑𝐈𝐍𝐃𝐎𝐔 𝐇𝐀𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈

𝑺𝑻𝑼𝑫𝒀 𝑫𝑨𝒀

+𝟏𝟖

Caminaba por los pasillos de esa espaciosa casa que ya conocías a la perfección, antes de entrar se había topado a Ran, hermano mayor de tu novio Rindou Haitani, recordaste las palabras que te dijo el mayor de los Haitani antes de salir.

-Saldré, dile a Rindou que vendré hasta la noche- fueron las palabras del más alto antes de salir por la puerta principal.

Después de caminar por todo el pasillo divisaste la puerta del cuarto de tu pareja, tocaste la puerta dos veces y al recibir un "pasa" por parte del contrario, entraste para seguido volver a cerrar la puerta con seguro.

Rindou yacía sentado en su silla frente a una pila de cuadernos y libros, tu novio había madurado bastante ahora que habían entrado a la universidad, a pesar de ser todavía un delincuente, Rindou era muy dedicado a sus estudios.

-¿Para qué me llamaste?- fue lo único que soltaste al verlo, el contrario no había despegado su vista de lo que estaba haciendo, ni siquiera para mirarte o saludarte.

- Siéntate, tardare un poco con esto - esa fue la respuesta por parte de él, a regañadientes fuiste a sentarte en la orilla de la cama de este, ahora solo veías la espalda de Rindou.

No lo entendías, él te había invitado y después de mucho tiempo lo podías ver, últimamente Rindou estaba muy ocupado con asuntos de pandillas y el poco tiempo que tenía lo dedicaba a sus estudios, lo comprendías al fin y al cabo no querías molestarlo y siendo sincera estabas muy feliz de verlo dedicarse a sus estudios, pero aun así extrañabas mucho los brazos de tu chico.

Decidida te paraste de la cama para dirigirse a un costado de Rindou, este al notarte ahí capto lo que querías haciéndose para atrás para que te sientes en su regazo con las dos piernas a un costado de las suyas.

Te recostaste en su pecho y escondiste tu cara en el cuello de el para dejar pequeños besos a lo largo de su mentón, mandíbula y cuello.

- Bebe, te dije que en un rato acababa con esto - Rindou se acercó más al escritorio para seguir con su labor.

No muy conforme con su respuesta te removiste para ahora sentarte de tal forma que los dos quedaban cara a cara y tus piernas a cada lado de las de él.

- ¿Porque me invitaste si no me vas a dejar darte un abrazo? - dijiste, mientras seguías dando besos que ahora se volvían cada vez más húmedos.

Cuando le diste una mordida al lóbulo del Haitani menor, fue ahí que supiste que estabas logrando tu plan, Rindou dio un leve gruñido y azoto tu trasero con su palma para recibir a cambio un fuerte quejido por tu parte, Rindou te agarro del cuello para hacer que lo miraras apretando levemente a los lados de este mismo.