𝐇𝐄𝐋𝐋°| 𝑻𝑶𝑲𝒀𝑶 𝑹𝑬𝑽𝑬𝑵𝑮𝑬𝑹𝑺 "𝕆ℕ𝔼 𝕊ℍ𝕆𝕋"

𝐊𝐀𝐙𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀 𝐇𝐀𝐍𝐄𝐌𝐈𝐘𝐀

SECRETLY

+18

Ni siquiera sentiste cuando una mano jalo de tu muñeca para después adentrarte a un pequeño cuarto oscuro.
Estabas a punto de gritar de no ser por la mano que tapó de tu boca y prendió aquella luz. Cuando tus ojos se adaptaron a la luz observaste a Kazutora delante tuyo.

De inmediato tu ceño se relajo a verlo a él frente a ti, pero de inmediato cambió a una de asombro al sentir al contrario agarrarte por detrás de tus muslos y levantarte.

–¿Kazutora? – El contrario, no respondió a tu llamado, sin embargo se dedico a sentarte en una estantería quedando él entre tus piernas.

Colocó sus manos en tu cintura apretando esta, mientras que su boca se dedicaba a repartir pequeños besos por lo largo de tu cuello. Agarraste sus hombros sin apartarlo, preguntandote a tu misma por el comportamiento de tu novio.

–Kazutora. – Trataste de apartarlo cuando una de su mano se fue a tu muslo interno, tratando de ir más arriba de tu falda. – ¿Qué creés que haces? Estamos en la escuela.

– Lo sé, pero no puedo aguantar. – Su voz fue algo ronca pero suave, cuidando que no se escuche a través de aquellas paredes.

Tragaste saliva, las clases estaban a punto de comenzar, sin mencionar que estaban dentro de una institución y el peligro que alguien los escuche o vea era alto.

Kazutora siguió con sus caricias, se mantenía en el margen de lo normal, pero el calor dentro de él como tuyo ya era mayor. Así que cuidadosamente empezó a desabotonar tu camisa blanca para deleitarse más de tu cuerpo.

Por otra parte, su otra mano fue un poco más arriba de tu muslo, amenazando con querer tocar tu feminidad. Por inercia tus piernas se cerraron bloqueandole el paso a lo que Kazutora levanto su mirada para así verte a los ojos.

– Por favor cariño... – Sus labios fueron hacia tu oreja para que así pudiera susurrarte su súplica, logrando que tu piel se erizara. – Prometo que será rápido.

Lo pensaste, pero aún así accediste pues también habías entrado en calor. Abriste lentamente tus piernas para él, dándole luz verde para que siguiera con lo suyo, mandando al diablo las clases.

– Buena chica... – Jadeaste cuando Kazutora apretó tu muslo para después bajar sus labios a tu cuello para besar y marcar esté mismo.

– No... Ahí no, se va a ver.

Él contrario decidió hacerte caso, algo que no casi hacía. Yendo más abajo de tu cuello, más precisamente por tus pechos, besando y succionando el inicio de estos.

Tu mano tapo tu boca para evitar que cualquier sonido saliera de está. Kazutora miro hacia arriba para encontrarse con tus ojos, aún besando el inicio de tus pechos. Bajo su mirada para pasar una mano detrás de tu espalda y desabotonar aquel sujetador que le estorbaba de la vista que quería tener.