—Parte aún no rehabitada de Brooklyn.
En una abandonada calle de lo que quedaba de Brooklyn, una casa manifestaba el calor humano que todas las demás en siete cuadras a la redonda carecían, ese calor, y el de una olla negra con agua ya hirviendo en el fuego de una parrilla eléctrica conectada a un panel solar en la ventana mediante a muchos trozos de cable; rechinidos metálicos fueron escuchados y el responsable de estos se hizo presente, un hombre en silla de ruedas careciente de piernas, rubio y con un aspecto medianamente descuidada, aunque resaltando más en él, una camisa blanca con una alargada araña negra en ella, pulcra, como si estuviera recién lavada, cosa que contrastaba con todo el lugar. El lugar era un casa de apenas planta baja y primer piso, con ático y todo lo que en su tiempo habría sido una total y bien válida inversión; la puerta en el piso de arriba rechino, y un par de pasos fueron escuchados, cosa por la que el ex militar avanzó hasta el fuego y quito la holla, girando y ahora dirigiéndose hacia una vieja y rota máquina expendedora a un lado del refrigerador, la cual usaban como alacena.
—¿Veo que despertaste temprano Steve, café negro o descafeinado?— pregunto al aire Thompson, sin mirar a Steve, quien ya había bajado al mismo cuarto que él, mientras miraba hacia arriba donde tenían un frasco con café
—¿Y Marc?— pregunto entre un bostezo Steve, dirigiéndose hacia el refrigerador y sacando una camisa "limpia" de el, para así ponérsela; el aspecto de Steve no era muy distinto al de Flash, su barba y bigote eran apenas notables, y, aunque el suero de super soldado lo había mantenido "sano", el cansancio ya era notable en su rostro y mirar —¿Aún duerme?
—Si— dijo a secas Flash, tratando de dar un brinco en búsqueda del café, hasta que Steve se acercó y se la dio —Marc es un adicto a estas cosas de seguir siendo un vigilante, aunque no haya mucho que vigilar por aquí, debería mudarse a la comunidad en Manhattan o Queens; Queens es bonita en esta época del apocalipsis...
—El simbionte ¿Por que no lo usas para caminar?— pregunto Steve, señalando las partes dobladas de su pantalón —No hay nada que probar, no ante mi, Flash y...
—Pero si ante mi, Cap— declaró tajante Flash —. Incluso el simbionte me lo ha sugerido en la mente pero si no hago las cosas por mi mismo ¿Qué dirá eso de mi?
—Que eres humano.— aseguró Steve, dando una palmada al hombro de Flash
Todo era una mañana normal para ambos héroes de guerra, mañana que dejaría de ser normal cuando los escucharon en la lejanía haciendo eco entre las calles solitarias del una vez poblado Brooklyn. Aquel suceso llamó la atención de ambos, y a juzgar por el ruido hecho por el tercer cohabitante de aquel departamento, también la de él. Eran disparos.
—Eso significa que ya no desayunamos ¿Verdad?— pregunto Flash, mientras miraba fijamente el frasco de café y su "camiseta" se puso a vibrar de manera extrañamente viscosa; Steve solo miró por la ventana y tras escuchar una segunda tanda de disparos, habló
ESTÁS LEYENDO
Capitán América: Un buen hombre.
FanficLa caída de Knull fue inevitable cuando en un ultimo esfuerzo, los héroes de acabaron con la oscuridad encarnada en deidad; pero no fue el final brillante esperado, pues aunque el fin de aquella tortura llego, una nueva empezó al quedar sin control...