Purga. (Na Jaemin+ Dream). FINALIZADA.

Es un gusto volver a vernos, ¿verdad?

—¿Acaso esto no es divertido?— Jeno pregunta y luego ríe. Su pie se estampa contra la carísima TV que yacía en el salón principal. —¡Oigan! ¿Cuando piensan bajar? Me aburro.

Nadie responde desde la segunda planta, es más, hasta podía creer que aquellos tomaron la decisión de esconderse en algún lugar de la muy gigantesca casa que pertenecía a uno de los ex-alumnos de la escuela privada que ellos asistían.

— La pregunta es, ¿aún siguen aquí?— Chenle llega de su lado con un bate que encontró y lo mueve de forma ágil entre sus manos. —¿Renjun?

El mayor de ellos se había salido de la casa para colocarse en el edificio que tenía en frente y por la mira del francotirador, los vigilibaba y sonreía por las caras de asustados que poseían sus enemigos.

— Hay dos en la habitación que le pertenece a Taeyong y otros esparcidos por el pasillo de la segunda planta. — Le responde por el comunicador. —¿Puedo disparar?

—¿Y ser tú el primero en llevarte a uno de ellos?— Jeno interviene — Ni lo pienses, dale ese lujo a Jaemin o a mí.

—¿Seguro que no has salido a depurar antes, Jeno?— Chenle se anima a formular aquella duda que tenía desde que lo vio tan predispuesto a todo sin temor a la muerte.

— Tan seguro cómo que tú sigues siendo virgen, Chenle. — Responde escondiendo una sonrisa detrás de aquella tétrica máscara de color verde que poseía.

— Pero yo no soy virgen.

El silencio se hace presente entre ellos, a lo que Chenle abre sus ojos y suelta un jadeo. Si bien lo esperaba, el que Jeno lo dijera de forma tan indirecta lo descolocó pero también le entusiasmó un poco más.

Quizás así corrían con algo más de suerte y podrían sobrevivir para llegar a las 7 AM.

—¿Dónde está...?

Jeno frena su pregunta cuando siente las pisadas de alguien, éste ser bajaba las escaleras y a juzgar por su, aparente, nerviosismo con el cual caminaba, se trataba de uno de los contrarios. Así que tomando a Chenle por su hombro, lo esconde junto a él detrás de uno de los grandes muebles que adornan la sala—destruida— de estar.

—¿Es uno de ellos?— El rubio pregunta en un susurro, Jeno asiente. —¿Y por qué no lo matamos?

—¡Salgan y den la cara, pedazos de mierda!— Exclama el contrario y escuchan perfectamente como respira agitadamente.

— Estás tan cagado de miedo que te has hecho en los pantalones— Una voz mucho más ronca que la del tipo que había bajado, hace eco en la sala. —, supongo que te mandaron como cual carnada...

Chenle y Jeno se miran entre sí y no dudan si quiera un segundo en asomar sus cabezas mostrando las máscaras que los acompañan. Cada una tenía distintas formas, por lo que, en la oscuridad se volvían tétricas y bastantes difíciles de olvidar una vez que las veías.

—¡Ustedes, críos del...!

El chico que poseía unos cabellos lacios y castaños, cae al suelo cuando una bala perfora su cráneo y otra su pecho.

— Este cuenta como mío.— Renjun dice a través del comunicador.

— Solo porque no es a quiénes yo quiero te lo otorgo.— Jaemin suelta con una pequeña risa.

— Pero si es uno de los que estuvo en la noche donde asesinaron a tus padres. — Jeno irrumpe cuando ve bien el rostro del muerto.— Es Jaehyun.

— Uno menos, aún faltan los cabrones que están arriba. ¿Vamos?— Extrañamente Jaemin ignora lo de Jeno y apunta con su arma.— Allí está la diversión asegurada.