Jeno y Renjun.

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Jeno

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Jeno.


El silencio que nos domina a ambos es un poco incómodo, diría que hasta hay una tensión horrible que nos arropa impidiéndonos decir algo.

Sé que Renjun no se siente cómodo conmigo, las pequeñas muecas que hace lo dejan a total descubierto. Pero debo de aceptar esto porque es lo que quise desde un comienzo, quizás podría haberme opuesto un poco más, pero a final de cuentas, realmente lo necesitaría de mi lado.

—¿Por qué estás tan callado?— Pregunto una vez que nos encontramos frente a mi casa.

El nudo en mi garganta aparece cuando observo mi hogar en suma tranquilidad, las luces apagadas, todo parece tan normal...

Parece.

— Solo estoy pensando en todo lo que sucedió en la noche, Jeno. — Me dice en un pequeño murmullo que apenas logré escuchar. — Solo eso.

No respondo, porque puede que sea verdad como no.

—¿Dormiremos un rato o nos mantendremos despiertos hasta que la depuración acabe?

Creo que dormir no es una opción para nosotros hoy, mucho menos con lo que tengo preparado.

— Ven.

Tomándolo de su muñeca, lo obligo a caminar conmigo y aunque le cueste seguirme el paso, él suelta un quejido de asombro cuando intenta soltarse pero se lo niego.

— Jeno, suéltame.— Ahora me pide en voz alta.

Guardo silencio mientras abro la puerta y en unos segundos lo tengo adentro de la sala de estar. Su respiración se volvió agitada, como si estuviera buscando el oxígeno que le falta.

—¿Jeno?

Mi nombre sale como un susurro ahogado, puedo percibir su temor y de repente, el sonido de un arma me alerta y suelto una pequeña risa.

—¿Vas a matarme?— Es lo único que puedo preguntarle.

— Prende las malditas luces y no actúes de forma extraña. — Me pide autoritario.

Renjun es una persona a la cual la estimo demasiado y a quien también le tengo mucho respeto, por eso estoy haciendo esto.

Por él, por Chenle, por Jaemin...

— Deja de apuntarme con el arma. — Ahora soy yo quien le pide.

Sin embargo escucho un pequeño rugido de molestia y sé que no tomara mi pedido como algo bueno, por lo que opto por hacerle caso y dejar que vea el interior de la sala de estar. Prendiendo las luces, me recuesto sobre la puerta esperando a que mis ojos se acostumbren a la destellante luz blanquecina y cuando esto sucede, Renjun inmediatamente baja el arma soltando otro suspiro.

Purga. (Na Jaemin+ Dream). FINALIZADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora