Todos estaban durmiendo pero yo no podía. No dejaba de darle vueltas a lo que me pasó nada más entrar al edificio. Además , no se escucharon noticias en la ciudad de la desaparición de Ana , así que estábamos igual de mal que siempre. Me moría de ganas de hablar con Boston y que nos ayudase pero sabía que eso era muy peligroso. Por otro lado estaba Daniel, que últimamente se estaba comportando cómo un auténtico idiota sin razón. Los demás se comportaban normal , si se puede llamar normal a hacer muñecos , decir que son Alee y quemarlos. Y Mathew, Mathew y yo no hablamos mucho , no por nada especial sino que no se nos presenta la oportunidad. Mi familia está bien, mi hermana pequeña es nuestra "cocinera" y la verdad es que lo hace muy bien con la poca comida que tenemos. Necesitábamos un plan pero nadie sabía el próximo paso del ministerio, ni Ana.
Me levante y me dirigí a la cocina para beber un vaso de agua. Un ruido me sobresaltó. Me di la vuelta y vi a mi padre en el suelo y esté estaba mojado de sangre. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. ¡No podía ser él! Me acerqué a el cuerpo , ya llorando desconsoladamente, y me di cuenta de que tenía una nota, sobre la camisa, manchada por unas gotas de sangre.« Tú no morirás ,lo harán tus seres queridos, Mónica, tú decides. Alee Bayron.» Di un beso a mi padre en la frente y lo abracé , marchándome por completo, pero eso me daba igual.
-Papá...lo siento...lo mataré...te vengaré-sollocé.
La rabia me consumió y jadeaba agresivamente. Mi padre a muerto y otros morirán si no hago nada. Esté es mi destino , he de matar a Alee y lo tengo que hacer yo sola.
Fui a mi habitación cogí todas mis cosas y las guarde en una mochila. En el baño, me recogí el cabello en una coleta y me vestí con el traje de guardián y cogí un arma. Me fui a la puerta y me despedí de lo que ,por poco tiempo, fue mi hogar. Intenté controlar las lágrimas y salí de allí.
No sabía que iba a hacer , ni cómo iba sortear a los guardianes, no sabía si Alee se encontraría allí , de lo único que estaba segura era que ese iba ser el último día de mi vida. No hice nada bien en mi vida. Cree una guerra , una rebelión, maté a personas inocentes , incumplí las reglas y incluso conseguí que matarán a mi padre a sangre fría.
De un momento a otro todo se volvió negro y un dulce olor a jazmín me invadió. Se me cortaba la respiración y me costaba trabajo controlarla. Caí al suelo sin poder evitarlo.
***
Mathew
Me desperté cuando los rayos de sol se volvieron insoportables. Y me dirigí a la cocina. Lo qué vi allí me dejó sin respiración. El señor Milton estaba en el suelo muerto con una nota en el pecho. La leí rápidamente y el corazón me dio un vuelco. Volví corriendo a los dormitorios y como supuse no estaba allí. No podía creer que Mónica se haya ido ella sola. ¿Que pretendía? No podía hacer nada sola. Estaría muerta nada más pisara el edificio. Alee había jugado con ella. La había destrozado y ahora solo quería venganza . Debía avisar a los demás y intentar llegar a tiempo.-¡Chicos!-grité para despertarlos. La mayoría se removieron en la cama perezosos mientras Ericka y Pecu se levantaron de la cama.-¡Más vale que os mováis el señor Milton está muerto y Mónica está a muy poco!-había sido insensible pero en ese momento no podía pensar. Todos se levantaron sobresaltados y la señora Milton me miró con lágrimas en los ojos.-Lo siento-logré decir-El cuerpo de su marido está en la cocina.-ella salió corriendo acompañada de la frágil Lindy que estaba paralizada.
-¿Qué significa eso de que a Mónica le falta poco?-me preguntó Daniel.
-¿Ahora te importa?¿La has tratado como si no valiese nada las últimas semanas y cuándo está apunto de morir te importa?-dije lleno de rabia.
-¡No sabes mis motivos!-gritó con la mandíbula tensa.
-No , no conozco tus motivos. ¿Y qué? Ella no te hizo nada para que la trataras asi.
-Prefirió al sobrino de Alee antes que a la persona que siempre estuvo allí para ella. ¿Te parecen pocos motivos?-dijo empujándome para después irse.
Todos nos quedamos allí , parados, sin saber que decir ante aquella confesión. Algunos me miraban con rostro triste y compasivo.
-No necesito vuestra compasión. Necesito ir tras ella.¡ Encontrarla!
Todos se pudieron a idear planes. ¿Cómo la encontraríamos? Nadie sabía la respuesta. Ningún plan era lo suficientemente efectivo o seguro. Eso ahora no era importante. Había que traerla sana y salva.
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Delta
Adventure-Tenemos un nuevo nombre -dije mientras comíamos. -A si, ¿Cuál?-dijo Ericka animada mientras comía. -Los Deltas.- informó Ana. Tanto tiempo aguardando la sumisión debajo de la poderosa mano de ministerio. ¿Nuestro plan funcionará?¿Cambiaremos algo...