Delta

Capítulo 25

Abrí los ojos para encontrarme atada de pies y manos de una silla. Mi respiración agitada era la que reinaba en el lugar. Todo lo demás era negro. No podía ver nada, la silla solo sabía que estaba allí por la sensación de estar sentanda sobre algo duro y con respaldo. Lo raro es que no sentía nada. Ni miedo, ni tristeza, ni incluso alegría. Solo pensaba una cosa. Mi nombre. No sabía cuál era. Y con esa cuestión emergían centenares de otras. ¿Qué hacia ahí? Pregunta qué tampoco tenía respuesta.

-Hola Mónica. Seguro qué tienes miles de preguntas pero todas se esfumaran con la visualización de estas imágenes.- escuché una voz grave y masculina. De pronto una luz surgió de un lugar elevado detrás de mi localización. Niños llorando , gente luchando y peleando. Todos con vestimenta similar excepto un grupo reducido. Se componía de unos jóvenes, una niña ,un mujer y un hombre de edad media. La palabra asesinos apareció cuando empezaron a disparar. Niños , mujeres y hombres indefensos caían al suelo muertos. Un sentimiento de odio surgió de lo más dentro de mi. Apareció uno de los jóvenes y tumbó a uno de los protectores dándole una patada. Cada imagen más violenta aparecía y el odio crecía dentro de mi sin poder evitarlo.

-¿Porqué hacen esto?¿Porqué matan a gente indefensa?¿Porqué se lo hacen a los qué les protegen?-pregunté sintiéndome impotente.

-Mi hermosa Mónica, simplemente no tienen corazón. Son despiadados y sanguinarios. Disfrutan haciendo daño a los demás. Y por eso deben ser aniquilados.-dijo el hombre.- Y ese es el porque estas aquí. Tú puedes salvarnos. La gente te necesita Mónica.¿Estás conmigo?

-Sí, mi señor.-dije decidida.- Acabaré con ellos.

-Acabamos con el señor mayor cuando lo pillamos intentando robar comida.-dijo.

-Somos mayores en número. Porque no simplemente atacamos.-dije curiosa.

-Hay gente del pueblo que están de su parte. Sí vamos a por ellos el pueblo se revelará. No podemos dejar que gente inocente muera.

-¿Y cómo acabamos con ellos?

-Darás una conferencia para el pueblo hablando de los males de los deltas.-dijo acercándose. Cuando puse verle una rara sensación me recorrió. Le conocía.¿Cómo era posible?- Los delta se dejarán ver y los capturaremos para que ya no sean una amenaza.

-Así será.

Mathew

-¿Cómo ha ido la búsqueda?-dije al oír la puerta abrirse.

- Nada. No está.-dijo Ericka.- Pero hemos descubierto algo que deberías observar.- dijo y me entregó una cajiga visualizadora. Observe las imágenes. Eramos nosotros haciendo daño a gente. Todo era un montaje excepto los ataques a los guardianes. Querían poner a los ciudadanos de su lado. ¿Cómo podrían ser tan rastreros?

-¿Cómo se atreven?-dije furioso.

-Es un mero intento de acabar con nosotros.-dijo Ana que entró con la otra muchacha.- La gente sabe quien son los verdaderos buenos de está historia.

-Pero la gente tiene miedo y es fácil de conocer. La gente es inocente. Se lo creerán. Y el ministerio les concederán protección.-dije- Sí perdemos a las personas de pueblo estamos acabados.

-Tenemos que encontrarla.-dijo Alba saliendo de la cocina.- Solo a ella la creerán. Debemos traerla sana y salva. Y para ellos debemos hacerlo rápido.

-¿Qué propones?-dije y la muchacha no supo qué decir. Me revolví el pelo frustrado.

-Yo se que podemos hacer.-dijo Daniel- Es arriesgado pero es la única forma de sacarla del ministerio.-todos nos miramos preocupados.¿Y sí ella no se encontraba allí?- Estoy más que seguro de que se encuentra ahí. Es el único lugar que están seguros que no entraremos. En verdad es sencillo. Solo hay que hacer que ellos salgan.

-¿Cómo se supone que haremos eso?-dijo Alba.

- La alarma de incendio.-dijo él decidido.

-¿Pretendes que quememos el ministerio?¿Y sí la quemamos a ella?¿Estás loco?-dije alertado.

- Déjame acabar. Yo nunca dije incendiar nada. Solo hacer saltar la alarma. Eso les hará salir corriendo del edificio y por lo tanto ella también saldrá.

-No se sí será buen plan-dudé.

-Pero es el único que tenemos.