Delta

Capítulo 13

Había terminado mi turno, había cenado yo sola , ya que ,no encontré ni a Mathew ni a Pecu. Me estaba preguntado una y otra vez dónde estarían. Me fui a mi habitación y me quedé observando unas prendas dobladas para poco después darme cuenta que era un pijama. Me quité el traje que estaba casi tan limpio como está mañana y me puse el pijama. Se componía de una camisa de manga corta negra que me venía excesivamente grande y unos pantalones del mismo color que llegaban hasta el suelo. Me metí en la cama y casi al instante me quede profundamente dormida. Abrí los ojos y vi a Mathew encima mía diciendo mi nombre. Me estremecí, al notarlo, él se apartó.

-Ponte rápido el traje-estaba nervioso y su respiración era agitada así que no le pedí explicaciones. Salió fuera de la habitación y en menos de un minuto me puse el traje, las botas y me cogí el pelo en una coleta.

-Vamos.-dijo nada más abrí la puerta.

-¿Qué está pasando?-pregunté corriendo para alcanzarle. Vi como todos los guardianes salían apresuradamente de sus habitaciones.

-La fábrica está ardiendo-dijo sin parar de correr- Hay qué ayudar a esa gente.

El corazón se paró.¿Y sí una de esas personas era papá? No, no puede ser. Sus turnos son de día y es media noche. Tenia un mal presentimiento. Llegamos a la plaza Mathew se paró y apoyo sus manos en las rodillas del agotamiento. Vio qué estaba asustada y que las lágrimas me encharcadas los ojos. Se acercó a mi y me miró a los ojos. Después me abrazó lo cual me pareció extraño pero me tranquilizó un poco.

-Daniel me ha dicho que tu padre trabaja en la fábrica.-dijo soltandome- Le sacaremos de allí.

Asentí con la cabeza. Nos pusimos otra vez a correr hasta que llegamos. La fábrica ardía y los guardianes entraban y salían. Llevaban en brazos a gente herida o inconsciente.

Me acerqué a la gente herida y busqué a mi padre. No lo encontré. No se como sentirme,bien, por que no está o mal por que puede seguir dentro. Iba decidida a entrar cuando alguien me agarró del brazo. Al darme la vuelta me encontré con Daniel.

-No puedes entrar-dijo sin soltarme-Es peligroso, eres inexperta y no muy fuerte.

-Tu no eres él que me dice lo que tengo que hacer.-dije intentando soltándome pero me cogía muy fuerte.

-No puedo permitirte que entres allí y que te hagas daño.

Me quede mirándolo a los ojos que le brillaban. Asentí con la cabeza.

-Le encontraré.-dijo soltándome .

Observe como se metía en la humareda. No podía quedarme allí , sin hacer nada, así que, fui con los enfermos a ayudarles.

Allí estaba Ericka colocando un pañuelo húmedo en la frente de uno de los heridos.

-Ya que éstas aquí, tráeme ese,cuenco con agua.-me dijo poniendo un ungüento a otra persona.

Yo accedí cogí él cuenco y lo coloqué al lado de ella justo en él momento para ver como Daniel venía con un hombre inconsciente en brazos.

¡Papá!