-En conclusión , el accidente de ayer fue horrible.-dijo el gobernador. Ya había pasado más de una semana de este y acordó un encuentro con todos los guardianes.-Y os quiero dar las gracias a todos,por vuestra ayuda con los heridos y los desechos.
Un aplauso sonoro inundó toda la sala. Miré a mis lados y vi como Daniel y Mathew no estaban aplaudiendo.
-¡Queréis aplaudir!-les dije. Los dos me miraron y empezaron a imitar a los demás con desgana.
El gobernador pasó por nuestro lado y nos recogió a mi y a Mathew.
-Tengo que hablar con ambos-dijo con una sonrisa a la que Mathew respondió mirando sus zapatos. -Sobrino mio,¿Te ocurre algo?
-Solo me duele la pierna.-dijo con desprecio. Y se apoyó en mi para enseñarle esta. El gobernador hizo una mueca de dolor y le ayudó a bajar suavemente la pierna.
-¿Te hiciste eso en el accidente?-dijo con cara de preocupación.
-Sí....en el accidente-dijo murmurando.
-Vengan-dijo acompañándonos a un automóvil largo y negro que nos condujo al ministerio. Ya dentro nos acompañó a su despacho donde se sentó delante de nosotros.
-¿Se preguntarán qué hacen aquí? Primero,Mathew está aquí para su ascenso.-dijo Alee lo cual hizo que la expresión de Mathew reflejara duda.-He pensado que todo lo que has hecho por esta ciudad ,con tu corta edad,merece recompensa. Segundo, quería que hicieras un aclaración a los ciudadanos.-dijo volviéndose hacia mi.
-¿Qué clase de aclaración?-dije abriendo mi boca por primera vez desde qué estuvimos allí dentro.
-Bueno, ha habido especulaciones que afirman que no reclutamos a los guardianes sino que los obligamos a ser lo que son.-dijo frunciendo el ceño.-Haremos una ceremonia, por así decirlo, en la cual lo desmentirás.
-¿Por qué yo?-dije aunque sabía la respuesta.
-Por que sí lo digo yo o cualquier otro guardián no funcionará pero sí lo afirmas tú,todos se prostra....digo, te creerán.-dijo con una sonrisa que hizo que un escalofrío me recorriera la espalda. Y afirmé con la cabeza.
***
-¿Te puedo preguntar algo?-dijo Mathew mientras comíamos.
-Claro -dije con una sonrisa.-¿Vas ha hacer lo que te ha dicho , es decir, lo de los guardianes obligados, verdad?
-Yo...-dije dudando.
-¡Acaso estabas pensando en no hacerlo!-gritó , lo cual hizo que Pecu, que se encontraba a nuestro lado, se estremeciera.
-Para que preguntas entonces-dije volviendo a meter mi cuchara en el puré de patatas.
-Te matarán sí no lo haces.-dijo bajando al voz.
-Pero aunque lo desmienta nadie me creerá. Lo único que lograré es que me odien a mi también.-repliqué-¿Podemos cambiar de tema?
-Claro, ¿Qué es lo que me querías decir antes de lo del accidente?-dijo. Levanté la mirada hacia Daniel que estaba inmerso en la comida.
-No era nada-dije tragando fuertemente.
-Por mi no pasa nada.-dijo Daniel -Ya he terminado.
Observe como se iba mientras suspiraba .¿Qué era lo que había hecho mal esta vez? Me levanté y fui tras él después de dejar la bandeja en la cocina.
-Dani-dije agarrándole del brazo-¿Por qué éstas enfadado?
-Yo no estoy enfadado -dijo mirando al suelo.
-Lo siento, vale, siento todo lo que te he podido hacer pero,por favor,no me trates así.-dije levantando su barbilla.
-Escucha, no tengo nada contra ti, pero es que no se como puedes ir con él.-suspiró y supuse que hablaba de Mathew.
-¿Qué te ha hecho?
-Qué nos ha hecho, querrás decir-dijo y le miré extrañada.-No se llama Mathew se llama Mateo.-Entonces recordé a un niño de grandes gafas y ojos esmeralda al qué solía llamar empollón cuando tenía diez años.-Te acuerdas que se fue cuando eramos pequeños. Vino a esto , es el único que esta aquí por gusto.
-¡No está aquí por gusto!-grité enfadada por que le juzgara sí saber-El mató a su madre y a su hermano. Le obligó a estar aquí.-dije refiriéndome a Alee.
-No...lo sabía-dijo tartamudeando.
-No pasa nada-dije dedicándole una sonrisa que él devolvió al instante.
Fui a buscar a Mathew y ver como estaba. Lo encontré en la sala de vigilancia.
-Hola Mateo-dije firme.
-Yo...-dijo mirándome asustado.
-No hace falta que te expliques nada,se que te fuiste por lo de tu madre.-dije casi en un susurro.
-Menos mal-dijo aliviado- no quería perderte a ti también.
-Por eso hablaste conmigo-dije, cuando me miró sin entender.-Me refiero a cuando estaba la primera vez en el ministerio.
-No, eras casi irreconocible con lo del castigo-dijo cuidando sus palabras-Después cuando comenzamos a hablar supe que eras tú.
Miré como se quitaba las vendas cuidadosamente a la vez que gemía de dolor.
-Deja que te ayude-dije agachándome y retirando rápido pero con cuidado las vendas.
-Me dijo el médico que ya debería ir andando normal para recuperarme. Y que tengo que hacer ejercicios.-dijo entre gemidos de dolor.
-Sí quieres te ayudo con eso-dije sacando la última parte de la venda.-Te necesito curado para mi plan.
-¿Tu plan?-dijo asustado.
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Delta
Adventure-Tenemos un nuevo nombre -dije mientras comíamos. -A si, ¿Cuál?-dijo Ericka animada mientras comía. -Los Deltas.- informó Ana. Tanto tiempo aguardando la sumisión debajo de la poderosa mano de ministerio. ¿Nuestro plan funcionará?¿Cambiaremos algo...