-Os he llamado para daros la ropa de esta noche.-dice un Alee muy sonriente-Para una noche inolvidable,como es la de hoy,debéis ir vestidos adecuadamente.
-Tienes razón va ser inolvidable...-dije casi en un susurro. Mathew, por el comentario, me dio un codazo a lo que yo respondí con una mirada asesina que hizo que se apartara un paso de mi. Mi subconsciente me ponía los ojos en blanco pero yo estaba más que satisfecha de lo que había hecho.
-Esto es para mi sobrino y esto para la señorita Milton.-dijo el gobernador dándome una percha con lo que parecía ser un vestido.-La señorita Ana os acompañará al automóvil.
Una muchacha pálida con la mejillas sonrojadas nos esperaba en la puerta. Era francamente bonita, tenía unos hipnóticos ojos negros y un precioso pelo color miel que le llegaba esta los hombros. Mathew la miraba sonriente y ella le devolvía la mirada. Una sensación desagradable me recorrió el cuerpo y de repente sentía un odio inmenso hacia esa muchacha. No la conocía¿Qué me estaba pasando?¿Acaso esto es lo qué llaman celos?Es decir, ya los había sentido pero no con tanta intensidad.¿Celosa por Mathew? Lo dudo, me quité esa idea de la cabeza y me dirigí rápidamente hacia el automóvil,adelantando a los dos. Me abrió la puerta un joven chofer de hermosa sonrisa y dientes como perfectas perlas blancas. Me senté en el asiento de mala manera para poco después sentir como esos ojos esmeralda se clavaban en mi.
-¿Qué?-pregunté malhumorada
-Has sido muy grosera.-dijo con el ceño fruncido.
-¿A sí? Que pena.-dije con ironia.
-Se que estás enfadada conmigo pero no hace falta que trates así a mi prima. Es la hija de Alee pero...
-¡Tu prima!-dije cortándole-No lo sabía.-Me retorcí incómoda en el asiento. Me había enfadado con una chica sin ninguna razón. Y pronto le haría daño a su familia. Al darme cuenta de que Mathew era también parte de su familia, me giré hacia él y me quedé contemplándolo.¿Porqué hace todo esto? «Por qué mató a su madre y a su hermano»dijo mi subconsciente orgulloso. Se giró y aparté la mirada.
-Me gustaría saber en lo que piensas.- dijo serio.
-¿Porqué me ayudas ha hacer esto ?-dije-Ya no por Alee ,sino por Ana.
-Supongo que por venganza-dijo fríamente.Un escalofrío me bajo por la espalda. Nunca creí que ese inocente niño de ojos verdes buscara jamás venganza. Se ve que no lo conozco también como creía. Nos quedamos en silencio hasta llegar cada uno a nuestras respectivas habitaciones.
-Adiós Mónica-dijo sin expresión alguna.
-Adiós Mathew.-dije metiéndome en mi habitación.
Me apoyé con la espalda en la puerta y bajé suavemente hasta encontrarme en el suelo. Tenía ganas de llorar. Está noche iba a una muerte casi segura o una persecución para toda mi vida , a demás, Mathew y yo estábamos peleados. Todo lo malo se juntaba y me oprimía el pecho. No pude contener las lágrimas. Lloraba desconsolada. Para despejarme decidí ver sino era mi atuendo para esta noche. Abrí la bolsa de plástico de la que estaba envuelta vestido. Era de color negro intenso, tenía un escote en forma de corazón con tirantes de un dedo de grosor. Además de un cinturón del mismo color. La falda quedaba suelta y llegaba me llegaba a las rodillas. Cuando seguía contemplando el vestido alguien abrió la puerta. Era otra vez Mathew que llevaba una caja en la mano.
-Se me olvido darte los zapatos.-dijo sin apenas mirarme y cuando lo hizo sus ojos reflejaban preocupación.-¿Has llorado?-Se acercó a mi poniendo la mano en la barbilla de manera que le mirara.
-No, dije aún con voz temblorosa y quitándome de la cara , su mano, bruscamente.
-Sabes que la opción de que hable yo sigue pendiente.-dijo cautelosamente.Al ver mi expresión de enfado se tenso.-Era...una broma.
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Delta
Adventure-Tenemos un nuevo nombre -dije mientras comíamos. -A si, ¿Cuál?-dijo Ericka animada mientras comía. -Los Deltas.- informó Ana. Tanto tiempo aguardando la sumisión debajo de la poderosa mano de ministerio. ¿Nuestro plan funcionará?¿Cambiaremos algo...