- Los mataremos ,sin más.- me arreglé la coleta apretándola con fuerza.
-Siguen siendo seres humanos.- dijo Boston mirándome como si no me reconociera. Solo rodé los ojos y me acomodé el vestido.
-Lo dices porque el jefe de Los Deltas es tu querídisimo hijo.-reí ocultando una pequeña cicatriz de mi rostro con maquillaje- Debe doler. Que te traicionen quiero decir. No se lo que se siente. La verdad es que no se muchas cosas, sensaciones, las desconozco. Amor, amistad...son simples palabras para mi. Solo conozco el odio ,el respeto y...¿Cómo se llama cuando parece que conoces a alguien pero no sabes porqué?
- No creo que tenga un nombre en particular.- dijo dudoso- ¿De quién hablas?
- De tu hijo.- me calcé los tacones- Una sensación extraña me oprimió el pecho al verlo. Al igual que al ver a esa niña pequeña. Tan despiadada y tan joven. Los Deltas nacen para esto por lo visto.
- No será que ese sentimiento pueda ser amor.- una carcajada salió de lo más profundo de mi garganta.
- No estarás de su parte.¿Verdad?- pregunté amenazante.
- No. Pero no pude evitar sentir afecto por una de los componentes del grupo. Era joven y hermosa, creéme mi hijo se dio cuenta. Tenían sus discusiones pero quien no. Después pasó lo de la conferencia...lo que Alee llama el día negro, la chica desapareció y fue capturada semanas después.
-¿Por quién?- pregunté intrigada.
- El ministerio.
- No fue capturada, fue salvada.- repliqué ya harta de las indirectas de Boston- Está aquí.
- Sí.- se limitó a decir. Lo miré expectante pero no dijo nada.
-¿Dónde?- bufé , ya que se hacía de rogar.
-Aquí.- y sin más ,salió de la habitación dejándome más confusa que nunca.
Conocía otra sensación bien. La confusión.
Me dirigí a la habitación de Alee ya preparada exteriormente y mental. Él me sonrió de manera dulce, como siempre hacía y me dio una seña para que me acercara. Su mirada estaba fija en la ventana que pude observar que era tintada.
-¿Porqué tiene una ventana tintada?- pregunté esperando que no le resultara irrespetuoso.
-Sencillo. Puedo observar sin ser observado.-aquello tenía sentido. Me sentía estúpida por no haberlo supuesto- Y dime querida, ¿Qué ve?
Todo era normal. Los guardianes vigilaban cuidadosos con elegancia y suficiencia. Percibí algo o más bien alguien que no cuadraba. Una joven que no diferente a todos los de allí. Estaba rígida y sus movimientos eran bruscos. Se cuadraban en una ida y vuelta constante. Mirando hacía la puerta del ministerio y hacía un punto desconocido. Seguí su mirada hacía unos arbutos de apariencia desanimada. Poco después un resplandor naranja se movió en contraste con el verde del hierbajo. Miré a mi señor atónita.
-¡Planean algo!-dije alarmada- ¡Debemos detenerlos!
-Veo claro que tiene unas maravillosas cualidades de visión.- aseguró con orgullo y una aterradora tranquilidad.
-¿Porqué estamos aquí, quietos?- me enervé.
-Lo único que van ha hacer es distraer. Conocen sus posibilidades de luchar, son mínimas. Alguno se colará, montará un espectáculo, por decirlo de alguna manera, y saldremos. Allí aprovecharán para "rescatarla".- concluyó bastante seguro. Sin ningún titubeo en la voz.
- ¿Y si logran llevarme?
- No saldremos.
- ¿Y si consiguen convertir este lugar de salvo a peligroso?- dije con cierto temor en la voz.
- Si por alguna razón acaban secuestrándola no debe creer nada de aquello que salga de sus horrendas bocas. Intentarán lavarle la cabeza. Sobretodo el pelirrojo, le hablará de sentimientos hacía usted.
-¿Hacía mi?- negué con la cabeza. No podía tener conexión con él.
- Dirá que usted es alguien especial en su criminal vida.La convencerá de ello. Lo que más temo es esto.
-Sin animo de ser irrespetuosa pero lo que usted asegura me parecen idioteces.- había sido demasiado bruta.
- ¿Idioteces?- qüestionó divertido.
-No caeré en sus enrredaderas. No soy tan inocente.-me ofendí.
- Tiene una capacidad de embaucar a la gente excelente. Se nota que somos de la misma sangre.- noté rencor en su voz.
-Su sobrino.- me atreví a comentar.
-Exacto.- nada más dicho eso la sirena de advertencia de incendio reinó en el lugar- Esplendida idea la de esos muchachos. Debo remarcar su imaginación y su deducción de los hechos, sin duda saben atar cabos.
- ¿Me entregará a ellos?-temí.
-Prefiero disfrutar de su compañia hasta la conferencia. Presiento que entonces habrá otro ataque.- se rascó la barbilla - En ese momento le entregaré a mi.bien más preciado.
-¿Deberé entregarles algo?-enarqué la ceja.
- Hablaba de usted. Mi fuerte y fiel Mónica.- sonrió y me sonrojé. No me considero tan importante- Cuando todos se marchen se obligarán a hacer lo mismo. Estarán derrotados pero rabiosos. Algo me dice que pueden ser un poco agresivos.
-No dejaré que le toquen un pelo mi señor. Daría mi vida por salvarme.- afirmé con seguridad.
-Conozco sus afirmaciónes y la vericidad de estas.-se dio la vuelta para observar las vistas.
Narra Mathew
-¡Maldito Alee!- miré como un furioso Daniel le arreaba un puñetazo al volante.
-No debí dejarte conducir.-negué con la cabeza arrepintiéndome.
-¡Sabía que estabamos allí!- gritó alterado- ¿Y si la estan torturando?¿O peor?
-¡Daniel!- se alarmó Ericka- Deja de ser tan pesimista. Esta bien. Es fuerte.
-Seguro que ya abrá pateado el trasero de Bayron varias veces.- intentó bromear Cristina.
- Ella...¡Mierda!-debí haber sido bueno, agradable. Ahora morirá odiándome.- dijo con los ojos cristalinos.
-¿Porqué no conduzco yo?- pregunté temiendo por mi vida.
-No está muerta y no morirá.- dijo su prima- Y tú- me señaló- deja de actuar como si no pasara nada.
-Era consciente de que este plan fracasaría.- dije sin más.
-¡No te importa!- me gritó el conductor.
- Se que estás acostumbrado a decir estupideces pero esta vez te has pasado.- soné irritado.
-Parece como si lo que acaba de ocurrir no hubiera sido una derrota para mi.- aseguró Ana. La miré.
- Cada día lejos de ella es una derrota para mi.- suspiré- Pero reflejando eso no gano nada. Tenemos que mantenernos firmes.
- La recuperaremos.- firmó Logan- ¿Verdad chicos?
-¡Sí!- respondimos todos.
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Delta
Adventure-Tenemos un nuevo nombre -dije mientras comíamos. -A si, ¿Cuál?-dijo Ericka animada mientras comía. -Los Deltas.- informó Ana. Tanto tiempo aguardando la sumisión debajo de la poderosa mano de ministerio. ¿Nuestro plan funcionará?¿Cambiaremos algo...