Baby, Let Me Distract You

#22

Beau Berwin.

Tenemos que hablar.

Qué es lo que querrá hablar conmigo?

Pues no se sabe.

"Desquiciada".

-Dónde se supone que estás?

-En casa de Summer, ven rápido.

-Pero dónde es la casa de esa tal Summer?

-A la vuelta del hospital Wattmanor, es una casa con gnomos de jardín en la entrada.

-Bien, estaré ahí en unos minutos.

Visto.

Bueno Okheld, esto es tan emocionante e intrigante que hasta da miedo. Qué se supone que haga cuando llegue? Tocar la puerta y decirle que vine por la chica que está llorando en su baño?

Si, eso hice.

-Eres Beau?

Preguntó una chica morena de cabello largo y rizado, más alta que Okheld, ella es pequeñita.

-Berwin, Beau Berwin -respondí-.

-Ella tiene razón -rió-.

-Disculpa, qué?

-Okheld.. ella dice que cada vez que alguien dice tu nombre tu repites tu apellido, por eso ella te llama "Chico Berwin", obvio no?

Obvio? Cómo que obvio? Nunca se me ocurrió eso.

-Amm sisi, obvio, dónde está ella?

-En mi habitación, puedes subir, es por las escaleras.. Oh y no robes nada. -avisó yendose por alguna parte de la casa-.

-Por qué todos piensan que quiero robar algo?!

•••

Estoy caminando por un pasillo y justo al frente de mi hay una puerta, adiviné que era la habitación de la chica porque tenía un gran "Summer" pintado de Azul.

Y toqué dos veces.

Qué? Por qué toqué dos veces?

Oh si, por si las dudas.

-Okheld? Estás ahí? -pregunté-.

Escuché unos sollozos que provienen de un lugar al otro lado de una puerta que yo creo que es el baño, y también una dulce voz diciendo mi apodo.

-Chico Berwin? Ya llegaste?

-Si estoy aquí, quiéres que pase?

No me respondió, solo abrió un poco la puerta y se asomó para verificar que era yo en verdad.

-Puedes pasar.

Cuando entré, vi su rostro todo rojo de haber estado un rato largo llorando, ella estaba sentada en un rincón, hecha bolita.

-Te encuentras bien? -pregunté suavemente-.

Se quedó pensando un rato en si responder o no. Hasta que encontró las palabras para contestarme.

-Creo que no, es decir, no sé por qué estoy llorando, no sé por qué te llamé, no sé por qué quería que vinieras -sollozó-. No sé que me está ocurriendo.

-Mira Okheld, buscas respuestas que yo no puedo darte, haces preguntas a las cual tu sabes las respuestas, pero tu dolor es tan fuerte que no te deja encontrarlas. Para estar bien siempre se va a estar mal primero, pero tu no te das cuenta de eso.. -me callé para pensar-. Hay algo en ti.. que yo no sé y no voy a descubrirla solo, pero creo que alguien que conozco si.

-Quién? -habló ella mirandome con sus ojos rojos-.

-Mi padre, el tal vez pueda.

-Tu.. padre? Y qué se supone que hagamos? -preguntó con un brillo en sus ojos que nunca había visto-.

-Lo único que podemos hacer es hablar, solo dile lo que tu creas que es necesario, no todo, no es obligatorio, y además solo iremos si tu sientes que es correcto -le dije seguro-.

-Si voy a tu casa, también conoceré a tu hermanita, verdad?

-Ella es la segunda que quizo que vayas, está muy emocionada.

-Y quién es la primera?

Sentí como mis mejillas ardían.

-Nadie, no es importante, pero.. irás?

-Creo que.. si.

-Si?

-Si -dijo mirandome como si fuera un bicho-.

-Bien, perfecto, que día tienes libre?

-Todos, recuerdas que no salgo a ningún lado?

-Lo siento, es verdad, bien, qué tal el Lunes?

-Leeré.

-El Martes?

-Tendremos la exposición.

-El Miércoles?

-Leeré.

-Y Jueves?

-Leeré.

-Qué no tenías todos los días libres?

-Leer es importante.

-Suspiré-. Es verdad, bien y qué tal el Viernes?

-Perfecto, me parece bien -respondió levantandose del suelo-.

-Bien, entonces el Viernes te voy a buscar.

-Qué? Cómo que me vienes a buscar? No irás a la escuela?

-En la próxima semana debo cuidar a Lucy, el único día en el que iré será el día de la exposición -respondí-.

-Entiendo, bueno, me voy, adiós -dijo a punto de irse-.

-Te vas? Hey, no, espera, dejame llevarte.

-Tienes auto?

-Camioneta, soy un año mayor que tu, recuerdas?

-La edad no tiene nada que ver para hacer las cosas, ilegal o no, muchos las hacen -dijo sabia-.

-Vaya, es verdad, bien vamos.

-Dejame guiarte a un lugar.

-Qué lugar? -pregunté-.

-El lugar de mis sueños, debo decirte unas cosas que debes saber.

Y la emoción y la intriga han vuelto.

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Voten.