29 de Diciembre, 2013

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Leo.

- Leo, ya puedes entrar.

Mire a mi padre que se asomaba desde el umbral de la puerta de la habitación de hospital.

Entre en la deprimente habitación beige donde descansaba mi madre a punto de morir por culpa de una enfermedad que ella nunca tuvo que tener. Me acerque a su lado y la tome de la mano. Ella abrió sus grandes ojos verdes acompañados por una gran capa de ojeras y sonrió al verme.

Ella siempre sonreía, Aunque las cosas fueran de capa caída podía sacar esa fortaleza de sonreír.

Sin poder evitarlo, una lágrima cayo por mi mejilla y rápidamente me la quite con la otra mano, si señoras y señores, ese mito de que los chicos no lloran es falso.

Mi madre apretó mi mano para transmitirme cariño.

- Oh Leo, no llores por favor, o sino esto se va a inundar junto con mis lágrimas.

Sonrei ante su comentario.

- Ahora tienes que ser fuerte, mas de lo que eres.
Yo solo asenti, en ese momento no sabia que decir.

- Cuida de tu padre por mi y protege a tu hermana de esos mamarrachos que quieren algo con ella -Asenti y me dí cuenta que ella estaba empezando a caerle lágrimas- y por último quiero que seas feliz, que busques a una chica que te complemente, que hagas algo que te guste, no te quedes encerrado en tu cuarto sin socializar que nos conocemos Leo.

- Eso lo haré y tu también estarás ahí para verlo.

- Leo, me falta poco ya para irme, no te hagas ese tipo de ilusiones por favor -dijo mientras mas lágrimas caían de sus ojos- Y no olvides que te quiero.

- Yo también te quiero mamá.

Ese día fue el último en el que pude escuchar su voz.

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Hollooo!

Aquí esta el segundo capitulo, espero que os guste y que votéis y comentéis.

Ya llegamos a las 100 leídas!!!!! Gracias por leerla lectores fantasmaa!!
Hasta la próxima.

Andie∞

A 10.000 kilometrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora