3."Nuevo enemigo añadido a la lista."

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Irina

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Irina

¿Sabéis lo que se siente al discutir con tus padres?

Se siente mal, sí.

¿Pero sabéis qué se siente que se hayan pasado toda la vida ignorándote y pretendan meterse en tu vida después de tanto tiempo?

Os lo voy a decir:

Te sientes humillada.

Denigrada.

Y controlada.

No me gusta que me controlen.

Y lo peor es que ellos lo saben, lo saben desde que era un pequeño bicho que correteaba por toda la casa, y aún así, no han parado.

Si su objetivo es amargarme, debería felicitarlos, lo han conseguido.

Ya nada queda de la paz que sentía en Islandia. Me encontraba sola, pero al fin descansando.

Como la propia muerte en vida.

—Pero de verdad, ¿qué necesidad hay de criticar a todo el mundo que se me acerca? —Protesto, esto es insoportable.

—¿Y qué necesidad hay de juntarse con malas influencias? —Responde mi padre.

Es una persona nefasta, de mis dos progenitores, ha sido siempre el que menos me ha atendido, es más, apenas nos conocemos. Esto cada vez se parece más a un chiste malo.

—¡Marina no es una mala influencia! —Defiendo a mi mejor amiga. Si fuera necesario, lucharía con uñas y dientes por ella. Al igual que ella lo haría por mí.

—¿Me estás diciendo que la puta del barrio es una persona que puede enseñarte algún tipo de valor? —Mi madre ataca.

Mi cabeza gira bruscamente hacia su dirección para mirarla con desprecio.

—Anda, mamá, entonces mi amiga se parece a ti en tu juventud —mi tono es más que pedante.

Mi madre se queda blanca. Mira a mi padre y este aprieta los puños.

—¿Acabas de llamar puta a tu madre? —Parece un asesino en serie.

—Eso parece —mi indiferencia es superior.

Mamá se lleva una mano al pecho y empieza a hiperventilar. Me pregunto si fue actriz de teatro en algún momento de su vida.

—Julissa, no exageres. Todos aquí sabemos que papá no fue el primer hombre de tu vida, como presumes delante de las demás personas —mi boca parece la metralleta de la sinceridad.

—A saber qué habrás hecho tú en Islandia —escupe disgustada.

Me río con sarcasmo. Ojalá hubiera hecho algo en Islandia, pero me carcomía la culpa, ese es mi maldito problema. Pensar en otros antes que en mí. ¿Pero qué puedo decir? Soy una humana que ni siquiera ha podido elegir por no defraudar a los demás. Pero eso se va a acabar. Y se va a acabar a partir de este mismo instante.

POR TI © (NUEVA VERSIÓN EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora