El instituto siempre ha sido una etapa complicada...
Llena de relaciones.
Llena de contradicciones.
Y sobre todo, llena de problemas.
¿Es huir la mejor solución para disolverlos?
¿O merece la pena resistir para sentir por primera vez?
¿Qué pasa cuan...
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Mark
¿Cómo coño he acabado siguiendo a esa loca?
La verdad, ni yo mismo me entiendo.
Pero la verdad, es que me gustaría ver algo interesante, y puede ser bastante divertido jugar con ella... Tiene pinta de ser una buena contrincante.
No puedo evitar carcajearme al recordar cómo ha sucedido. Tiene una forma bastante peculiar de romper el hielo.
Ha sido increíble cómo me ha montado el drama por un simple hámster. Y lo mejor de todo es que ni siquiera es mío.
Pablo tenía entrenamiento a primera y última hora y me ha pedido que lo cuide. Suspiro agotado y me acerco a la jaula.
Alzo mi dedo índice y se lo muestro, empiezo a moverlo de lado a lado para distraerlo.
El animal me mira asustado y me río, esto con K funcionaba.
Acerco el dedo más a los barrotes y el pequeño roedor no tarda en lanzarse para propinarme un mordisquito que me hace reír.
El gesto del animal parece pasar a ser más gracioso, como si le hubiera divertido mi reacción.
Empieza a dar vueltas con sentido circular y sé que es lo que quiere: libertad.
—Vale, pero no salgas corriendo, ¿vale? —Hace un ruidillo mostrando sus dientes y abro la puertecita. Ofrezco la palma de mi mano y no duda en subirse.
Acaricio su blanco pelaje y veo que su expresión ahora denota alegría.
Está claro que la libertad da mucha felicidad. Que pena que haya personas que estén atadas a algo y no puedan liberarse por mucho que quieran...
La puerta de mi habitación se abre y me sorprendo de que mi padre sea el que está esperando a que le deje pasar.
—Hijo, ¿puedo...
—Claro, entra —me hago a un lado del colchón para que se siente a mi lado.
Aprecio bastante que hablemos, después de todo lo malo que hemos pasado, sé que no quiero volver a perder a mi padre... Como perdí a mi madre.
Quiero aprovechar al máximo para conseguir una buena relación con mi padre.
—Quería pedirte perdón respecto al otro día. No me tomé muy bien el enterarme de que tu madre se casaba... —Se lleva la mano a su frente, señal de que está frustrado.
Visto desde afuera, parece que mi padre y yo somos colegas, pero no, un día tuvimos una familia.
—Tranquilo, no tienes que disculparte papá... —Intento sonar agradable y hago memoria—. ¿Mamá no iba a volver cuando...
—No me lo recuerdes por favor. De momento agradezcamos que ya no estés metido en tantos líos como antes.
